» 11-05-2020

La 14-37 Legislatura. Abuelos muertos.

De los 26.000 muertos por el coranavirus 17.600 son abuelos en residencias (datos oficiales). Es decir el 68% (más de dos de cada tres). No contamos aquí a los abuelos que no estaban en residencias. No tenemos datos pero no es una locura colegir que los abuelos alcanzan el 80% de los muertos por el virus. De cada diez muertos ocho son abuelos. Esto se parece más al holocausto que a otra cosa. Sin embargo, no se focaliza la cuestión en lo que realmente es pavoroso: el colectivo que está siendo víctima del virus: los mayores. Visto así la mortalidad de los no abuelos es realmente baja, poco superior a la de una gripe común.  Si no fuera macabro podríamos decir que el coranavirus está arreglando el decalage de las pensiones. Es cierto que frente a ocho millones de pensionistas estas cantidades son mínimas pero por otra parte son personas, seres humanos que se han ido, que ya no están.

 

Supongo que estos datos servirán para reforzar la idea de inmortalidad que adorna a la mayoría de los españoles: ¡esto es un tema de los abuelos! Los niños son asintomáticos y los adultos capaces de superar el virus. Son los mayores los que caen como moscas. Los científicos nos han dicho que la carga viral de los niños es tan alta como la de los demás, pero por la razón que sea lo controlan con gran facilidad. ¿Por qué entonces la autoridades sanitarias ponen el acento en que consideremos que todos estamos igualmente expuestos? Solo hay una explicación: están salvando el culo. Las residencias de mayores son responsabilidad directa de las autoridades sanitarias, de los políticos autonómicos y del gobierno central. Su privatización ha sido masiva. De ahí a decir que se ha consentido que la cosa avanzara porque se trataba de un colectivo ya amortizado, no media gran trecho.

 

Que la crisis del coranavirus es culpa de los políticos, ya lo sabíamos: la falta de I+D para prevenirla, la falta de medios para combatirla (desde camas UCI a equipos de protección, tratamiento y control) -debido a los recortes- y a las privatizaciones (los fondos buitre obteniendo pingUes beneficios) con ayudas del Estado. Por lo tanto este especial cuidado en ocultar la situación respecto a los mayores solo puede ser para proteger a los fondos buitre. El contubernio entre políticos y empresarios que caracteriza al neoliberalismo, que hace ricos a los primeros mientras se legisla y se realizan concesiones administrativas a los segundos (evidentemente para, a su vez, enriquecerse) es la clave de esta ocultación. Que en la residencias había tomate es cosa que se ha denunciado por activa y por pasiva y nunca se han tomado medidas para solucionarlo. El trato de favor a los fondos buitre que las gestionan con criterios exclusivamente económicos también era evidente, pues bien de todos aquellos polvos vienen los actuales lodos. Si los recortes debidos a la crisis financiera de 2008 podrían llegar a justificarse, los recortes en las residencias, su privatización masiva y su falta de control, no lo son tanto.

 

Porque si a raíz de la epidemia se iniciara una investigación se podría llegar a saber la magnitud del contubernio en el que probablemente estén involucrados todos los partidos con funciones de gobierno. Por ello hay que disimular y levantar cortinas de humo que señalen en otra dirección: la pugna partidista y la eterna oposición derecha/izquierda, las acusaciones de incapacidad y la falta de lealtad institucional. Cualquier cosa con tal de que no se desvele el contubernio en el que se han producido miles de muertos a cambio de prebendas ilegales y mezquinas. La pregunta que más se repite en relación a la pandemia es ¿Hemos aprendido algo? La respuesta será finalmente que no, pero porque la vocación pedagógica de los partidos políticos es nula. Expertos en opacidad y en oscurantismo, se dejarán la piel con tal de que no se hable de sus turbios manejos para favorecer a los empresarios financieros que operan las residencias de mayores. La Sra. Botella ya les regaló a esos fondos más de mil pisos de protección oficial (a cambio de un jugoso 10%) en una situación de carestía generalizada de viviendas, sin que se haya investigado por el conchavamiento de los partidos políticos. Si aquello salió bien ¿por qué no ha de salir bien esto? Bien para los políticos, rematadamente mal para los mayores. En este país la cuenta siempre la pagan los mismos.

 

El desgarrado. Mayo 2020.




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