Me permitiréis que le llame Coronita porque la incidencia de las terrazas, el tufo de borrachos discutiendo de vidas humanas en el Parlamento y las conspiraciones de corrupciones tabernarias en torno a la presidenta de la Comunidad, no permiten que hablemos de sanidad sino de tabernas. Ya anuncié que las cosas volvían a su cauce y aquí están. La misma mierda de siempre para unos políticos para los que 26.000 muertos son gajes del oficio y la economía (de los votos) es mucho más importante que las vidas.

Casado se planta y se niega a apoyar la continuidad del estado de Alarma. Se niega también a dar opciones alternativas. El plan B no va con él. Propuso una sandez y ya se ha cansado. En una palabra: quiere hacer caer a Sánchez achacándole sus propios errores en la sanidad de las comunidades que gobiernan, pero fundamentalmente, de la que detenta el triste récord de aglutinar el cincuenta por ciento de los muertos y los infectados. Aznar sale a la palestra para apoyar a la Diaz. Se orquesta una campaña de desagravio ante lo que se denuncia como una campaña en su contra. No hace falta. ¡Se basta y se sobra para cagarla continuamente! Se hace unas fotos en plan Santa Teresa. Quiere sacar provecho de haberse infectado y no acaba de saber cómo. La pillan trapicheando favores a cambio de concesiones. ¡Un clásico del PP!. La cigüeña arrecia en sus feroces y desproporcionadas críticas al gobierno sabiendo que Sánchez quiere conciliar y no contesta. Hace mal. Todas esas palabrotas se enroscan en los oídos de los votantes que se hacen una idea equivocada de lo que ocurre. ¡Es la guerra, pero no contra el coronavirus sino contra la sensatez. ¡Qué asco!

Las primeras olimpiadas para ver que comunidad es la primera en recaer ya han empezado. Catalunya no participa porque no es España. Las comunidades del PP exigen que se les homologue por cojones. Denuncian trato discriminatorio. Las del PSOE también. Todos están cabreados porque la economía es más importante que la vida. ¡Al fin y al cabo con la robótica todos estos trabajadores sobran! Todos quieren votos y los votos se ganan en las terrazas. Todos quieren su cuota de heroísmo y de salvadores de la patria. Se huelen ya las elecciones. Los ciudadanos demuestran que lo que digan los políticos les importa una mierda y se agolpan en las terrazas como si la cerveza estuviera a punto de ilegalizarse. Reina el ambiente de que esto se ha acabado y los políticos lo apoyan con ardor. Si lo importante es quién desescala primero lo de los muertos se ha acabado. Quizás deberíamos haber visto los muertos en vez de esconderlos. Los muertos motivan. Pero algún asesor decidió que los muertos quitan votos. Quizás. Pero proporcionan vida. ¡Qué asco!

La UE decide que los aviones pueden volar petaos, recayendo la obligatoriedad de la protección en los propios viajeros. Es lo de siempre: la ley es para todos menos para los que tienen exenciones. Las compañías aéreas tienen exenciones. Se hizo un redactado equívoco en el BOE para llegar a este punto. Ahora desde Europa se desaconsejan las cuarentenas. Las limitaciones para todos menos para los privilegiados, ¡País de mierda! Sus abogados se encargarán de desmentir cualquier acusación de repunte por causa del agolpamiento. Volvemos a las andadas. La UE decide que unos muertos no son nada cuando lo que te juegas es el turismo. Los putos liberales imponen su ley y lo peor es que todos esos tocomochos se volverán contra el gobierno. ¿A quién se le ocurre poner cuarentena a los aviones? ¡Hasta ahí podíamos llegar!  ¿Cuanto tardará el gobierno en envainarse la cuarentena aérea? Hasta el lunes. Sobre la separación social en los aviones no ha dicho ni pío. Como he dicho antes ya estaba redactado para permitírselo. Mamones. Los técnicos dicen que la renovación de aire no es segura. Es igual. Ya veremos lo que pasa cuando un restaurante diga que también renueva el aire y que quiere petarlo. Hemos tomado la senda equivocada y el mal ejemplo lo dan, como siempre, los políticos. ¿Es o no es una cuestión de Coronita. Discusiones de borrachos como la del alcande de Badalona que ha propiciado el regreso de García A. el infiltrado de VOX en el PP. Por una vez habrá que darle la razón a la Iglesia: ¡recemos hermanos! ¡Que asco!

Dos millones de ciudadanos han tenido el virus y lo han superado por su cuenta. Es una barbaridad frente a los trescientos mil contagiados registrados. Si hubiera sido más virulento el número de muertos sería apocalíptico. O no. Los políticos estarían igual a lo suyo, a sus votos y a sus mentiras o a sus prebendas. ¿Cuando pondremos fin a esta mierda? ¿En las próximas elecciones?

El desgarrado. Mayo 2020.