» 12-11-2020

La 14-59 Legislatura. ¡Antes muerto que veraz! El piído de los políticos.

La inefable Isabel Diaz de Madrid sale a la palestra para apuntarse un tanto, que… ¡falta le hace!: ¡Tarde, pero por fin el gobierno de España hace lo que yo ya le dije: las pruebas PCR para viajar y así atajar la sangría de coranavirus que entra por Barajas! Que lo dijo es verdad, pero no precisamente para atajar la sangría: 1º porque la sangría no existe y 2º porque si denunció Barajas fue con la única pretensión de echar al Gobierno de España (de quien depende el aeropuerto) la culpa de todos los errores de la propia Diaz y sobre todo de las acusaciones de privatización y recortes en sanidad culpables de la catastrófica situación de Madrid.

 

Que el gobierno mete la pata cada vez que desecha una solución con explicaciones espurias (la mascarilla, bajar el IVA de la mascarilla, hacer pruebas PCR para viajar, confinar, no confinar, etc.) es evidente, pero tratar de combatir esas prácticas haciendo exactamente lo mismo de lo que denuncian, es simplemente ridículo. Es evidente que el gobierno se escudó en la prohibición de la UE sobre bajar el IVA para tratar de mantener uno de los pocos impuestos que funcionan. Es decir dio una explicación falsa para una acción con poca justificación social. Cuando no disponía de mascarillas adujo que no eran eficaces (como recordaréis, el argumento de la zorra: “están verdes”. Quizás habrá que recurrir a las fábulas para entender las razones de los políticos). Fueron capaces -los políticos- de decir que los sanitarios se infectaban porque se arriesgaban innecesariamente cuando no disponían de medios ¡ni de coña!. Por último es evidente que la referencia a los científicos (incluso la propia existencia de un comité de expertos) o es falsa o está mediatizada por sus propios intereses.

 

Pero lo gracioso es que la Diaz de Madrid, la derechona y los ultras, nos quieran convencer de que el gobierno hace algo que no hagan ellos continuamente (como lo de arremeter contra Barajas sabiendo que por ahí no entraban sino escasísimos casos de infección). Recordemos a Rajoy diciendo que no se imaginaba quien pudiera ser “M. Rajoy”. El desprecio por lo científico ya lo escenificó Casado cuando nos mostró (las tapas de) sus trabajos de doctorado antes de mostrarnos como logró aprobar tres cursos y medios de derecho en un año en que ejercía full time de político cuando con todo el tiempo del mundo no había conseguido ni mierdas. Gran parte de los medios de (des)información lo avalaron olvidando su vocación y su propósito. La política del PP respecto a Franco es ejemplar: Nunca lo defiende como el padre fundador de su partido (vía Fraga) sino que siempre alegan la inoportunidad, la tardanza (este argumento les gusta mucho), la torpeza (”solo aciertan cuando rectifican”) o la economía (que ya se sabe les es negada a los de izquierdas). Pero sin decirlo lo defienden a ultranza, porque su hijos putativos militan en su partido.

 

Bien. No hace falta poner ejemplos porque todo cuanto dice un político es mentira o está justificado por medios espurios. Y como siempre me pasa, este es un problema de todos los políticos. No se trata de derechas o izquierdas. Se trata de la idiosincracia de la clase política (como explicaba en un reciente blog). Frente al problema catalán siempre digo (como hice antes en el atroz problema vasco… que también sufrí. Cuando naces pa’ martillo, del cielo te caen los clavos… cantaba Blades) que la diferencia entre los catalanistas (abertzales) es que ellos piensan que existen unos políticos honrados (los suyos) y yo creo que no existe ninguno. Es curioso pero nadie cree que todos los políticos sean idóneos. La máxima aceptación es el 50%. En mi caso el 0% y no quiere eso decir que sea anarquista… soy escéptico. Ni siquiera es necesario pasar a la arena política.

 

¿Cuando dejarán los políticos de tratar de justificar lo injustificable? Decía Witgenstein que de lo que no se puede hablar, hay que callarse. No es el caso del clan de la verborrea. Entre los pocos principios que tienen los políticos está el de que: “el que calla otorga”. Por lo tanto hay que rajar siempre, dar la sensación de que todo está controlado, que estamos en buenas manos. En una palabra que son al tipo que tenemos que votar, porque esa es la única realidad: el puto voto. No es un invento de los políticos. Los periodistas tienen que vender periódicos para poder hacer su trabajo. Desgraciadamente en el capitalismo es más prioritario vender periódicos, que contar la vendar (¿a quién si no?) Todos tenemos el mismo problema. Para demostrar tu valía laboral lo primero que necesitas es conseguir un trabajo. Ahí nace el becariado, la formación académica, la titulitis, las recomendaciones. Todo un contubernio económico que desmiente cualquier idea de valor personal. Pero no acaba ahí, la vida laboral también será una componenda, una pinza una trampa. Siempre recuerdo a los ingenieros de la presa de Tous que debieron cargar con las culpas de los políticos que no quisieron construir una presa viable. Los políticos no saben nada de las tramas corruptas en las que están inmersos. Eran los técnicos, los funcionarios, los subalternos los que robaban a mansalva mientras ellos, en su inocencia “avant la lettre” no se enteraban de nada. Aquí no vale el principio de jerarquía. Los políticos no son responsables de “los desmanes” de sus subordinados.

 

Seguimos en la política del “y tú más” en la versión actual (la anterior era impresentable) de “Usted lo que hace es esto… que es lo que yo hago” Trump es el actual maestro. Hizo trampas (Hackers internacionales como Putin, granjas de boots, publicidad individualizada, perversión de las redes, difamación, espionaje…) para ganar las anteriores elecciones. Ahora dice que las trampas las hacen los demás. No es que crea que no las hacen (seguro que las hacen) pero estoy seguro que no en su medida. Trump es el modelo del político a seguir por los políticos. Es eso exactamente lo que nos espera. Mentiras, sexo y cintas de vídeo. Pero ahora con un toque cibernético. Hoover, ese gran Maquiavelo, tenía información de todo el mundo (como Villarejo). Trump sigue su modelo pero añade esa singularidad que aprendió en su camino de que siempre hay que acusar a los demás de lo que tú estás haciendo. Si a ti se te ha ocurrido al otro también. Por eso la derechona afirma que la izquierda no sabe gobernar, destroza la economía, solo acierta cuando rectifica, miente. Lo sabe de primera mano.

 

El desgarrado. Noviembre 2020.




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