» 17-11-2020 |
Todos sabemos -aunque muchos lo olviden- la tesitura por la que pasó Sánchez para formar gobierno. Su principal enemigo fue su propio partido. En un primer intento Sánchez se plegó a los barones que le exigían un pacto con ciudadanos y soslayar absolutamente a Podemos y los nacionalistas vascos y catalanes. Una vez fracasada la iniciativa (porque fracasó estrepitosamente) Sánchez se fue de cara a Podemos y zanjo los experimentos de su ala conservadora. Pero esa ala no ha muerto y sigue queriendo dominar el PSOE. Si a eso añadimos la vieja guardia, que lejos de ser radical es cada vez más conservadora, es lo que ahora se levanta para decirle al presidente del gobierno lo que tiene que hacer. No es nuevo, pero no deja de ser infame que los barones que perdieron la dirección del PSOE a manos de Sánchez (que reilusionó a las bases) se alineen con la derechona para criticar al presidente de su partido, y a su partido al fin.
Sánchez los ha llamado desleales y no es para menos. La consigna de ¡prietas las filas! o como decía Guerra: “el que se mueva no sale en la foto” aparte de lo rancio, antiguo y carca, es desleal. No seguir normas tan inveteradas políticamente como: “al enemigo ni agua” se compadecen mal con alinearse con sus argumentarios. Que lo haga el Pepito Grillo de Rodríguez (omito lo de Ibarra porque seguro que le avergüenza), es algo a lo que estamos acostumbrados pero que García (omito lo de Page por razones obvias) salga a defender las tesis de la derecha me parece escandaloso. Esas cosa no pasan en la derechona y así el combate se hace desigual. García prefiere un gobierno de derechas que un gobierno de izquierdas hecho con los únicos mimbres posibles y todos ellos absolutamente constitucionales. Un gobierno que apuesta por unos presupuestos sociales y no como Montoro llamaba sociales a sus presupuestos, porque la partida de la SS era la más alta. Porque criticar a un partido constitucional, acusándolo de criminal, y no hacer todo lo posible para separarlo de la contienda parlamentaria, es mucho más criminal. Eso es consentirlo para utilizarlo.
Cuando se aplica el sectarismo, hablando de terrorismo para descalificar a partidos absolutamente legales (como lo son el PP, heredero del franquismo o VOX, heredero de “Fuerza nueva” de la falange o de la FET y de las JONS, de Girón de Velasco y de Blas Piñar) se está siendo demagogo. Partidos que en su día pidieron a los terroristas que se integraran en el juego parlamentario y abandonaran las armas. Pero el caramelo de la pervivencia del terrorismo es demasiado apetecible como para renunciar por una mierda de cuestión de constitucionalidad. Para PP, VOX, Garcia y Rodriguez, ETA no ha muerto. No fue desarticulada por las fuerzas del orden y sobre todo por el PSOE. Sigue viva -aunque haga diez años que no actúa- en el imaginario de la derechona y de los retrógrados del PSOE.
Es una actitud profundamente anticonstitucional porque se establece un juicio paralelo sobre partidos absolutamente constitucionales de los que no podemos olvidar que renunciaron a la lucha armada para entrar en el juego político. No pretendo que las víctimas los perdonen porque el odio y el dolor son libres. En un estado de derecho no se pueden utilizar medios y argumentos ajenos a la ley y al juego político para obtener ventaja, a no ser que seas un delincuente. El sectarismo no es juego político es ventajismo, delincuencia, demagogia, populismo. Incluso intoxicación, electoralismo, poltronismo y juego sucio. Pero que te lo hagan los de tu partido, eso ya es -más que deslealtad, traición-. Quizás Guerra, González, García y Rodríguez quieran -con la vejez o con la envidia- pasarse al enemigo. Que te lo haga el enemigo es una cosa y que te lo hagan los tuyos es como decir que vales menos que el enemigo. Sr. García… cálmese, haga lo que tiene que hacer, lo que por lo menos el 50% de sus electores esperan de usted y si no puede, ¡váyase usted a la derecha, píntese las manos de blanco y la conciencia de negro, haga lo que es evidente que le pide el cuerpo. Fueron sus votantes los que prefirieron a Sánchez. ¿Tan poco respeto le merecen. La sombra de Bono es alargada. La sombra del meapilismo, de la democracia cristiana, del socialismo cristiano pesa todavía mucho en un partido que ha sido históricamente laico, cuando no ateo. ¡Dios dirá! Ateos por la gracia de Dios como Tierno Galván.
El desgarrado. Noviembre de 2020.