» 10-03-2021

La 14-90 Legislatura. La democracia entre la ley, la política y los medios.

Cuando las aguas bajan revueltas es cuando mejor se aprecia lo que no funciona. Ahora las aguas bajan revueltas porque la moción de censura de C’s contra su socio en Murcia (el PP) ha desencadenado una reacción en cadena que amenaza Madrid Y Castilla. Y en esas situaciones, en las que los agentes no están cómodos, se desvelan los fallos del sistema. La primera es ¿Qué son las leyes? Pareciera que las leyes son normas de aplicación directa que regulan la convivencia. No es así. Las leyes son textos que cada uno interpreta de la forma que le conviene y que acaban ante los tribunales. Dependiendo del pelaje de estos, la justicia se decantará por uno o por otro de los contendientes. Es decir, la ley no imparte justicia sino que la pone a disposición de los tribunales, sesgados políticamente previamente. La justicia no depende de la ley sino de los tribunales elegidos por los políticos. Es decir, la justicia es la ley de los políticos. Por eso Casado no renueva el Poder Judicial. Para conservar una ventaja que ha perdido en las urnas.

 

Diaz ha decidido que lo que le conviene es convocar elecciones. Pero la ley (que a primera vista parece clara) es interpretable. Es decir, depende del tribunal que la juzgue, lo que como sabemos depende de los políticos. La oposición entiende que no puede convocarlas porque lo ha hecho mal. La cosa acabará en los tribunales, pero no en tribunales imparciales sino en esos tribunales que nombran los políticos para que las cosas no se les tuerzan. Esa es nuestra democracia plena de la que se llenan la boca nuestros políticos: la democracia de los afines. La imposibilidad de la separación de poderes. El tema no irá a un juzgado cualquiera. Irá al juzgado que los políticos determinen. En una palabra no será justicia sino prevaricación. Resumamos: el estado de derecho es un estado de derecho dirigido, controlado, forzado. La democracia no existe, no solo como soberanía popular (que de eso: nada) sino como estado de derecho (que de eso: tampoco).

 

C’s se convierte en el centro de todas las miradas. Rivera sesgó hacia la (ultra)derecha y perdió sus votos. Arrimadas trata de reflotar el partido (que perdió 30 escaños en Catalunya) sin arremeter contra su anterior jefe. Pero los acontecimientos se precipitan. El pragmatismo (fascismo) de la centralidad a-ideológica es cada vez más difícil. Su sitio es el centro y lo tenían fácil, porque en el centro no había nada. Pero no. Ellos quisieron comerse a la derecha y al no lograrlo entraron en competencia, en vez de mantenerse en ese centro que nadie les disputaba. Ahora sus propios militantes no saben bien cual es su sitio y pasa lo que pasa. Arrimadas debería hacerse fuerte o dehacerse. Dicen los sondeos que la mitad de los votos de VOX en Catalunya procedían de C’s (la otra mitad se fueron al PSOE). Hace poco se aseguraba que C’s acabaría en el seno del PP. Hoy le pone una moción de censura. ¿Saben lo que hacen? No olvidemos sus orígenes: el anti-independentismo catalanista. No nacieron proactivos sino reaccionarios.

 

Pero no solo se le ha visto el culo a los agentes políticos, también a los medios. Llama la atención que los medios hayan estado incidiendo en el problema de la coalición del gobierno cuando la que se desintegra es la coalición de C’s y el PP. ¡Qué perspicacia! Mientras tu señalas en una dirección el problema está en la contraria. Pero aún es mejor lo que ha pasado en la Sexta, esa cadena de derechas que hace periodismo de izquierdas (la pasta es la pasta). En el telediario de hoy, el murciano, escupehuesos del PP ha dispuesto de 6 minutos para lanzar una arenga política digna de una comparecencia institucional. Y por si fuera poco ha tenido 40 segundos más para rematar. ¡Asombroso! Un espacio de propaganda política dentro de un espacio de noticias pretendidamente imparcial. Por cierto, en el Intermedio vuelve a salir. Dicen que los que con niños se acuestan, meaos se levantan. En este caso el que con la Sexta se informa, influenciado de fascismo  resulta. Bueno. Ya sabemos lo que son los medios: otra forma de política. Mendizabal en MVT ha suprimido la tertulia. Bien, no la ha suprimido sino que la ha reducido a diez minutos de los que seis son conexiones exteriores. Una tertulia de cuatro minutos no es una tertulia, a no ser que entendamos que una eyaculación precoz sea un polvo.

 

Así está el patio. Los políticos han apostado por la judicialización de la política, no por justicia, sino por interés, porque saben que los jueces les son afines y les favorecerán. Vergonzoso ventajismo. Pero no menos por el juego sucio, la ruptura de pactos y los anuncios mentirosos: ¡como me iban a joder pues, yo les he jodido primero! La democracia es una caricatura que solo conserva la máscara y que ya no tiene ninguna esencia. Los medios están exactamente tan mediatizados como la política y la democracia, en manos de los poderes fácticos. ¿Y qué solución tenemos? Ninguna en absoluto. Les importa una mierda que no votemos porque sus puestos no dependen del número de votantes. Somos el decorado, los que proporcionamos la energía (Matrix) sin derecho ni a voz, ni a voto efectivo. Entonces les sorprende que los jóvenes apuesten por la violencia (casi testimonial) de las algaradas urbanas del vandalismo a los cajeros y a las lunas del espectáculo del capitalismo.

 

Tenemos dos opciones: la revolución, la insurgencia, la objeción activa, o la vana esperanza de que surja un partido que defienda los derechos de los ciudadanos. O podemos creernos las patrañas de los políticos que nos cuentan que estamos en una democracia plena, que ellos procuran nuestra seguridad y que los radicales nos llevarán al caos. O la sartén o el fuego. Estamos en una situación límite. Estamos al borde del abismo y, como decía Franco, solo nos queda dar un paso al frente. Madrid caerá en las manos de la ultraderecha de la mano de Diaz. Hemos sido los últimos en incorporarnos al ultraderechismo europeo, pero seremos los primeros en institucionalizarla. ¡Ole tus cojones!

 

El desgarrado. Marzo 2021.

 




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