Tal como el PP repite como un papagayo: “tolerancia cero con la corrupción”. El postureo de siempre para tratar de contrarrestar las declaraciones de Bárcenas, uno de los suyos, al que no ha dudado en robar, acosar. amenazar y vituperar. “No somos el anterior PP -dicen- somos un nuevo PP, en el que no cabe la corrupción”. En lo referente a la corrupción política, es evidente que eran mentiras. En Murcia han comprado a tres ediles de C’s para evitar perder la comunidad a través de una moción de censura presentada por este último partido. Y los han comprado -en la más clásica de las corrupciones políticas- a cambio de cargos (consejerías), y la cálida bienvenida al seno del partido de los corruptos: el PP.  Se le puede llamar transfuguismo, tamayazo (en recuerdo emocionado de Tamayo la tránsfuga que permitió ganar las elecciones a una Aguirre que las había perdido, por oscuros intereses urbanísticos).

Es el espectáculo de las cloacas del poder en su núcleo duro: conculcar la voluntad popular manifestada en las urnas. Porque en España no se votan personas. Se votan partidos. La voluntad popular se expresa en la elección de un partido. Si alguien lo abandona conculca la voluntad popular. Y no solo si se va al grupo mixto (se hace independiente), sino también si se une a otra formación porque: “voté a favor por disciplina de partido pero ahora votaré en contra por codicia, por corrupta y por indisciplina de partido” (Franco). Así se expresa la vicepresidenta de Murcia y hasta ahora militante de C’s. Ahora vicepresidenta de Murcia y consejera recién nombrada por el Presidente. En su declaración institucional -y postulándose para los International postureo award (IPA)- López dice que no era posible consentir que se impusieran las ambiciones personales sobre la voluntad popular (del PP porque nada tiene que ver con el pueblo). Y lo hace tras corromper a tres tránsfugas con cargos, para conseguir doblegar la voluntad del pueblo.

No solo hay corrupción económica (aunque sea la más llamativa), sino que también existe la corrupción política. Cuando el PP no quiere renovar los cargos del Poder Judicial para no perder el control sobre la justicia, está siendo un corrupto político. Cuando firma un pacto nacional contra el transfuguismo y lo rompe en cuanto le conviene, estas siendo corrupto. Cuando compras a un concejal para torcer la voluntad de las urnas o de los reglamentos de las instituciones, estás siendo corrupto. Cuando acudes a las elecciones dopado con dinero negro e ilegal, estás siendo corrupto. Cuando te aprovechas de tu puesto para obtener un Máster ilegalmente en una universidad de tu cuerda política, estas siendo corrupto. Cuando niegas la existencia de partidos legales o de mociones de censura institucionales, estás siendo corrupto. Cuando construyes asociaciones mediadoras entre tu partido y la opinión pública como “Abogados cristianos”, “Hazte oír” o “Manos blancas” porque ni siquiera tienes el coraje de defender tus ideas (y de ahí lo de “derechita cobarde”), estás siendo corrupto. Cuando te escudas en la Iglesia católica convirtiendo la moral religiosa en ideología política (en un país laico), estás siendo corrupto.

Pero la moción de Murcia tuvo repercusión en Madrid. En cuanto llegó a los oídos de Diaz, rompió su acuerdo de gobierno con C’s, dimitió a todos los consejeros de esa formación y convocó elecciones. Los pactos se hacen para ser cumplidos (“pacta sunt servanda”) y romperlos espuriamente es corrupción política. Los pactos no son contratos que solo obligan a quien quiere mantenerse en ellos. Los pactos políticos involucran la honorabilidad y la credibilidad de los partidos que los firman. Porque lo que persigue Diaz es el poder absoluto (ya lo ha dicho). En nombre del pueblo y para el pueblo hace lo que le conviene tanto como persona, y como partido para obtener el poder. Por ello le dimos el “International postureo award” (IPA). Utilizar el nombre del pueblo para tus propios fines es obsceno. La razón que dio Diaz para tomar su decisión fue que “sabía que C’s y PSOE querían hacerme una moción de censura”. Ese “sabía” no tiene ninguna prueba. Miente por interés como se ha demostrado por las afirmaciones y las acciones de C’s.

Espero que los madrileños sepan cerciorarse de que todo esto es un montaje, instado por las encuestas, impulsado por la ambición personal y articulado por la corrupción política, y le paguen a Diaz con la misma moneda que ella a utilizado con ellos: el cálculo utilitario, el desagradecimiento inveterado, la corrupción política, la mentira canalla, el populismo y la demagogia. ¿Qué todos los partidos son iguales? Si no iguales, por lo menos parecidos, pero en este caso la maniobra le corresponde íntegramente, por lo que solo ella se merece el castigo. Por otra parte, la maniobra -dado que la ruptura con C’s se presume definitiva- implica la coalición de gobierno con VOX, para lo que Diaz ya ha advertido: “Si no queréis a VOX, dadme la mayoría absoluta”. Y hay otra variable que seguro que Aznar recuerda perfectamente ahora que se cumple el aniversario del 11-M: la izquierda de la izquierda (los in-organizados, que dicen los franceses, los no alineados) podría movilizarse para taponar la posibilidad de que Madrid sea aún más facha que durante el franquismo (tras que pasaran).

Podemos quedará en la desaparición (en Madrid) (al no alcanzar el 5%). El PSOE tiene un candidato anestesiado (como ha demostrado durante lo que llevamos de legislatura). Más Madrid puede aprovecharse de la movilización de la izquierda de la izquierda pero, al parecer, existen diferencias con Errejón. Quizás habría que presentar otra vez a Carmena como figura honrada, pero menos pasmada que Gabilondo. La campaña será feroz porque todos se lo juegan todo y por supuesto será todos contra Diaz. Con la facilidad que tiene Diaz para meter la pata, su gestión de la Covid, su corrupción y su soberbia, no es difícil que las encuestas se equivoquen como se equivocaron en USA y largaron al Trump. Como siempre dice Farreras: “Unas elecciones apasionantes” Habrá que volver al “No pasarán”. Nos jugamos mucho. Sobre todo los votantes que se juegan la vida- Porque cuando conviene a los políticos, no existe el riesgo… como tantas veces nos ha demostrado Diaz.

El desgarrado. Marzo 2021.