» 15-03-2021

La 14-93. Legislatura. Socialismo o libertad. La nueva mentira-eslogan de la derechona.

La derecha ya tiene eslogan: “Socialismo o libertad”. La idea es simple: “nosotros la derecha y la ultraderecha somos la libertad”. O visto desde el otro ángulo: la izquierda es la opresión, el control, la falta de libertades individuales. Todo viene de la caracterización del comunismo de estado como totalitarismo. Aquello fue una estrategia para contrarrestar la caracterización de la derecha como fascista-nazi. Es evidente que el comunismo de estado era totalitarismo, como el fascismo-nazismo lo era también. Pero la estrategia llegó mucho más lejos y las libertades individuales: manifestación, expresión, igualdad, vivienda digna, libre circulación, memoria histórica y cualquier tipo de solidaridad desaparecieron al grito de femi-nazi, no al aborto, no a la eutanasia, no al transgénero, no al matrimonio homosexual, no al transgénero, no a la emigración, no al laicismo, no a la igualdad, ¡viva España! etc. La política del terror (tan totalitarista) se impuso: ¡que vienen los rusos, qué vienen los moros, qué vienen los emigrantes, que vienen los terroristas, que vienen los comunistas, y ahora por fin, qué vienen los socialistas! ¡O yo o el desastre!

 

Es lo mismo que lo de bajar los impuestos. La derecha lo dice siempre pero lo hace raramente y sobre todo selectivamente: baja los impuestos a los ricos más que a los pobres por lo que la desigualdad aumenta. Rajoy subió 50 impuestos distintos. Eso sin contar que la disminución de tasas es siempre diferida hasta el final de la legislatura, como medida electoralista. La derecha lo usa como mantra (como decir que la economía va bien con ellos y mal con los socialistas). Debería añadir que: le va bien a la derecha (los más favorecidos) y mal a la izquierda (los desheredados de la tierra). Es un mantra pero no una verdad. Hace años se acuñó aquello de “libertario” como límite inaceptable de la libertad, no se comentó que liberal debería ser el límite insuficiente de la libertad. Hoy volvemos al tema de los límites de la libertad, en este caso es el socialismo. Maniobra taimada para restar al socialismo de lo liberal y libre que es. En el más puro maniqueista electoralista (y metafísico) las opciones opuestas y excluyentes son socialismo/libertad, el desastre/yo, economía/despilfarro social, impuestos bajos/impuestos abusivos.

 

Si repasamos las leyes que la derecha ha instrumentado en los últimos años deberemos recordar que La ley mordaza (que escamotea a los ciudadanos el recurso al juez dejando la justicia en manos de la policía y de las multas administrativas), las leyes de odio (enaltecimiento del terrorismo, contra la religión… que han llevado a la cárcel o al exilio a titiriteros, raperos, cómicos, etc.). La ley de tasas judiciales (que excluye de la justicia a grandes masas de población dejándola para los poderosos). La ley de procesamiento (que recorta la instrucción de los casos de corrupción). Diversas reformas del gobierno de los jueces (que ponen la justicia en manos de políticos de derechas). Las reformas laborales (que cargan en la espalda de los obreros las crisis que arman los financieros) y viceversa: la no restauración de las condiciones anteriores cuando acaba la crisis). El fin de la sanidad universal, la privatización de la sanidad, de los suministros básicos (agua, recogida de basuras, farmacia, seguridad privada…). El impuesto al sol (que impidió el uso de energías limpias a los ciudadanos) y por supuesto el fomento y protección de la corrupción. Han fomentado de tal manera las cloacas del estado que los medios policiales del estado se ponen a disposición de sus partido (PP) para perseguir a los que les denuncian.

 

Todas estas libertades son las que nos propone la derecha como alternativa al socialismo. Y no olvidemos que estaba previsto el recorte de la ley del aborto -que finalmente no se produjo- constándole la carrera a Gallardón. La defensa soterrada del franquismo a través de la obstrucción de la ley de memoria histórica. La declarada y cínica oposición a la ley de dependencia. Las repetidas alianzas con la ultraderecha (el fascismo declarado) a cambio de concesiones como el pin parental, restricciones a la migración, sexualidad eclesiástica…), la oposición al feminismo y el altersexualismo a través de sociedades civiles interpuestas pero financiadas por ellos. El contubernio con los poderes fácticos (gasistas, eléctricas, petroleras, banca, financieras) que nos cuesta a los ciudadanos tarifas insostenibles y rescates multimillonarios, así como desregulaciones insólitas (la conversión de las cajas sociales en bancos de inversión). La alianza con la Iglesia (de los fascistas que apoyaron a Franco y de los pedófilos impunes), mediante la concesión de la educación concertada (y sesgada), la inmatriculación de los bienes comunales por su sola declaración, o la concesión de una parte del IRPF a parte de una financiación estatal.

 

Evidentemente al esfuerzo social de ayuda a los trabajadores y a los desfavorecidos no se les tiene que dar ni la menor importancia. Incluso se recela del progresismo de estas posiciones y se les resta el reconocimiento, afirmando incluso, que ¡es la derecha la progresista! La única liberalidad que se les puede a las derechas reconocer es la del mercado, que según cuentan se rige por una mano invisible que hoy sabemos que es la de los poderes fácticos en su propio beneficio. Porque la derecha es envidiosa y no puede soportar que la izquierda sea más igualitaria, progresista, feminista, social, universalista en la sanidad, en los suministros básicos, en la vivienda, respetuosa con la altersexualidad, partidaria de lo común y de lo solidario, del altruismo y del cuidado (desde el planeta, a sus ciudadanos). ¿Cual es pues la libertad? La libertad de mercado y de sus consecuencias: el imperio del dinero como equivalente universal del valor, del fetichismo de la mercancía (todo es mercancía), de la desigualdad dimanada de los distintos méritos personales (productos de la clase y las oportunidades). No hay otra. La libertad es la desigualdad, la dominación, la corrupción y el abuso. Esa es la “libertad” de la derecha.

 

Ahora os toca a vosotros: ¿Socialismo o libertad? Diaz se acaba de apuntar el tanto de haber echado a Iglesias de la vicepresidencia. Si las decisiones personales y electorales de Iglesias son el producto de la omnipotencia de las ideas de Diaz, ¿qué no hará con nuestros impuestos y nuestras libertades? Como contestaba la mujer del chiste a la pregunta de su marido (¿Que hace ese hombre en tu cama?) que la encuentra en la cama con otro,: ¡Maravillas, chico, maravillas! Viene a ser lo mismo que dijo Rato cuando le pillaron robando: ¡es el mercado, amigo, es el mercado! Cuando continúen los recortes de las libertades individuales ya sabéis cual es la respuesta: ¡es la libertad, prigaos, es la libertad!

 

El desgarrado. Marzo 2021.

 




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