» 16-11-2023

La 15-1. Legislatura. Despedida de soltero. Sánchez presidente,

El concepto “despedida de soltero”: abandonar la posición aislada para ingresar por pacto en una coalición superior (el matrimonio), y hacerlo con una gran fiesta de despedida, se puede aplicar perfectamente a lo que está haciendo el PP. Lo de ser soltero (la mayoría absoluta) se ha acabado definitivamente, por lo que se necesitan pactos con otras formaciones para gobernar (aunque el PP no lo entiende). En una palabra: ¡hay que buscar novia! Y el PP no está demostrando mucha habilidad, pues la que ha escogido no solo es mandona, montaraz y deslenguada, sino que obtura claramente cualquier posibilidad de ligarse a otras novias. Porque a la novia actual todos le tienen manía y mientras continue con ella no tiene ningún futuro. El PP sabe que poco a poco debe desligarse de la novia tóxica que tiene y entrar en “el mercado” en donde pueda encontrar lo que necesita. Pero el PP -que es promiscuo- no quiere (y no puede) abandonar a la bruja de su novia, lo que provisionalmente le colocaría en la soledad más absoluta. 

 

La travesía del Rubicón será larga y dolorosa y por ello PP ha decidido despedirse con una gran fiesta: la fiesta del rencor. A los malos modos, que siempre le han caracterizado, añade negar la mayor: el contrincante que le roba las posibles novias es  ilegal, ilegítimo, traidor, felón, rompespañas, egoísta, interesado…  aunque hay algo de lo que no se le puede acusar: de no ser seductor. Para conseguir el pleno de descalificaciones el PP tilda la seducción de venta, corrupción y sometimiento a novias indignas hasta la delincuencia. A ese carisma de malcarado, crispado, añade el acoso en la calle, ayudado de matones de los ortodoxos del matrimonio religioso a ultranza, de la novia con la pata quebrada y en casa, y con el machismo más acendrado. Además de dar voces en el extranjero pidiendo ayuda, ha recurrido también a los jueces pidiendo el divorcio de su oponente. 

 

Nada de todo esto le sirve. Las únicas vías pasan porque el PP y su novia -anticuada, antipática y fea, consigan el reconocimiento unánime (o por lo menos de la mayoría) de todos sus amigos… o que abandone a la novia cadáver y rehaciendo las relaciones con todas las otras, que ahora se le han puesto de culo, pueda volver al “mercado”. En cualquier caso el proceso será largo y doloroso. Tiene cuatro años para solventarlo. Las separaciones siempre son dolorosas y pasan por un enrarecimiento de la convivencia, pero también por poner ojitos a las novias posibles. De hecho ya ha empezado alcanzando un acuerdo con Bildu (los etarras, asesinos… ¿recuerdan? en Euskadi. Pero también puede ocurrir que Núñez Feijóo se quede para vestir santos, porque sus padrinos decidan irse a otra boda. 

 

Hoy, el Sr. Sánchez ha sido investido presidente con más novias de las que necesita. En pocos meses el PSOE ha dado la vuelta al marcador, que le era brutalmente adverso, tras las últimas elecciones municipales. La legislatura (la 15) será infernal, pero también la 14 prometía serlo y ha sido una de las más fructíferas de nuestra historia democrática, a pesar de la pandemia, el volcán y las guerras. Para que recordar que Sánchez tiene dos oposiciones: los otros partidos y el PSOE. Nunca el aparato del partido -sobre todo los varones autonómicos- ha sido tan crítico con su propio jefe. Y para acabar de redondearlo están los jubilados: González, Guerra, Bono, y López Ibarra. Habrá que rendirse a la evidencia: es un animal político como nunca habíamos visto en nuestra joven democracia. Ni simpatizo con el PSOE ni le voto, pero no reconocer la valía política de Sánchez es miopía o mezquindad. ¡Ojalá el jefe del PP tuviera la misma valía. Otro gallo nos cantaría! Y no el pollo que tenemos ahora.

La hipocresía del PP es infinita: insulta y se escandaliza de que lo insulten, acusan de antidemócratas, inconstitucionales, poltronistas, corruptos, mentirosos, etc. -rasgos que ellos mismos muestran con, por lo menos, la misma intensidad que sus oponentes. Últimamente han perfeccionado este proceder echando mano de la historia. Hemos oído durante esta preinvestidura que Sánchez es Orvan, Hitler, dictador, golpista, ocupa. Es como si no pudieran soportar que les llamen lo que son y devuelven el presunto insulto (de hecho suelen ser proposiciones descriptivas como fascista, ultraderechista, ultraliberal, antifeminista, homófobos, racistas) a vuelta de correo. En su hipocresía Núñez ha sido capaz de echar en cara a Sánchez que no renueve el ministerio a Montero de Podemos (cosa que, por cierto, todavía no ha ocurrido), con tal de llamarle antifeminista. El fin de este proceder es intoxicar, desorientar al elector que no entiende que Sánchez sea Orvan o Hitler, confundirlo para que vote por otras consideraciones ajenas a la evaluación del trabajo desarrollado. Y funciona. Ayer salían en TV dos manifestantes preguntando a un comanifestante “¿Contra quién vamos?”

El desgarrado. Noviembre 2023.




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