Lo prometido es deuda y os he prometido que os hablaría de la democracia. Y para empezar quiero iniciar por una noticia de prensa de rabiosa actualidad. Un foro de Internet ha hundido un fondo de inversiones que pretendía obtener pingües beneficios del hundimiento de una empresa. Se habla de 6.000 millones €. En principio una mierda más del encriptado mundo financiero pero pienso que se puede hacer otro análisis. De entrada expliquemos como es posible que el hundimiento de una empresa pueda ser una fuente de beneficios financieros. Se llama Swap y consiste en contratar un seguro que te resarza de las pérdidas por el fracaso de una empresa. Y ahora viene lo extraordinario: 1) El seguro lo puede hacer cualquiera ajeno a la empresa y 2) por la cantidad que quiera. Es evidente que cualquiera puede apostar por el hundimiento de cualquier empresa. Simplemente tiene que establecer el seguro y ayudar para que la empresa se hunda. Así son en el mundo financiero.

Pues bien: un fondo de inversiones le puso el ojo a una empresa informática (“Reddi”, creo) y decidió apostar por su hundimiento. No sé hasta que punto “ayudó” a que ese momento se produjera pero por lo que sea, internautas afines a la empresa se enteraron e iniciaron una campaña multitudinaria para comprar acciones de la empresa y remomtarla. Sus acciones subieron como la espuma, no se hundió, y el fondo de inversiones se arruinó. Todo ello lo normal en el mundo de la especulación, en el que producir es ocioso y todo se basa en especular. Pero hay un detalle que es extraordinario. El foro de Internet que propició el hundimiento del foro de inversión no era financiero. Era un foro de ciudadanos ajenos al mundo financiero. Es la primera vez que un foro de ciudadanos se cargan a un fondo de inversión. Los ciudadanos, a través de Internet, le plantan cara al sacrosanto mundo financiero y le vencieron gracias a ser masa. Una nueva era ha empezado, la era de la democracia real. en la que los ciudadanos pueden hacer valer su poder político, exclusivamente a causa de su poder demográfico (másico). En una palabra lo que siempre había prometido la política y nunca había realizado.

En las siguientes entregas quiero explicaros que ha sido históricamente, políticamente, socialmente, la democracia y que ha sido Internet, lo que nos propuso y como ha sido manipulado/a para evitar que la promesa de anarquismo que supuso en su inicio se convirtiera en una realidad, sino una plataforma más del capitalismo. Y al hablar de capitalismo no hablo de doctrinas políticas sino de ese “todo por la pasta” que lo define a la perfección. El capitalismo no vio en Internet la posibilidad de que los pasajeros se subieran a la locomotora -que Mark Twain entendió que era el socialismo- sino que vieron una oportunidad de negocio. Solo así se puede entender que se permitiera a los ciudadanos un grado de libertad impensable hasta entonces. Primó la oportunidad de negocio y ahora la cosa es irreversible. Por supuesto confiaron en la dispersión y en el ruido. Evidentemente la política cerró filas y dijo que, de abandonar la política representativa (la que pasa por su existencia) nada de nada. Ni siquiera los políticos más radicales están dispuestos a abrir el melón de la democracia directa.

Y eso es todo lo que veremos en esta sección: Por una parte todos los palos en las ruedas que la política, la sociología, la filosofía y la legalidad han puesto a la democracia y por otra la oportunidad que Internet nos proporciona para que la democracia se convierta, de una vez por todas, en algo real. No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que la democracia es una cuestión virtual que llena muchos discursos pero que vacía muchas almas. Es hora de que exijamos que la democracia sea algo real —que sabemos que no obtendremos a través de la política representativa- algo tangible. Por supuesto que el capitalismo reaccionará ante esta “agresión” mediante leyes, campañas y acciones directas, pero el primer paso está dado: la democracia es posible (la democracia del pueblo representándose a sí mismo y no los farfullos de los políticos). Internet nos ha mostrado el camino. ¡Sigámoslo!

El desgarrado. Enero 2021.