» 22-05-2024 |
La evolución no es un sistema de conocimiento sino de acción: a una mutación azarosa le sigue un proceso de selección natural que significa un cambio estable en la línea evolutiva. Pero los sistemas de conocimientos son estrategias mentales cuyo fin es la acción eficaz (aunque no la incluya). La diferencia es que la evolución es una no-estrategia (no es finalista ni teleológica) pero el resultado es el mismo. Tampoco es puro azar pues es la selección natural la que escoge el producto del azar que pervivirá. En definitiva no es un sistema de pensamiento pero “como si” lo fuera (anudando al proceso mental una acción).
Si abstraemos el proceso biológico éste consta de tres elementos: en primer lugar una materia prima: una especie biológica; en segundo lugar un proceso azaroso (mutación, recombinación, cooperación, epigenética…) o un proceso voluntario de ingeniería genética. Finalmente un proceso de estabilización que perpetuará la especie estocásticamente modificada. Esta abstracción puede ser aplicada a procesos no biológicos (mecánicos, químicos, termodinámicos, energéticos…). Este último podría representar a todos los demás de acuerdo con la secuencia: : conformación de energía-proceso azaroso-estabiliazación irreversible. Este proceso sería perfectamente equiparable a los muchos sistemas de pensamiento que hemos hasta ahora expuesto pues la energía es una forma de abstracción, el azar es un proceso de universalización y la nueva conformación de energía estabilizada es un resultado (efecto) equiparable a la aplicación de una ley.
El encadenamiento de estos procesos de complejificación, conforma la energía en conjuntos estables cada vez más contraentrópicos a los que llamamos vida. Pero el proceso es el mismo para lo inanimado que para lo biológico y en ambos, similar a un proceso de pensamiento (o casi) anudado a una acción. Uno de los principales problemas de la física es cómo se formo el universo recorriendo un camino de aumento de energía totalmente a contra-ley, disminuyendo el desorden y la entropía. Sabemos que la entropía aumenta en un sistema cerrado por lo tanto podemos suponer que el universo no es un sistema cerrado, está en conexión con otros universos a los que ”chupa” la energía.
Si la antimateria es antienergía (según la equivalencia einsteiniana) nuestro universo estará conectado a un universo paralelo de antimateria/energía en el que la entropía disminuye. Si los dos universos se pusieran en contacto total, desaparecerían. Todo el problema se reduce de nuevo a cómo estabilizar los conjuntos de energía. Sabemos como convertir el vacío en una partícula de materia y otra de antimateria, pero no sabemos como estabilizarlo. El Big Bang es esa estabilización. Como siempre esto es un relato que lo único que muestra es que el proceso puede ser imaginado… aunque no sea cierto, pero el mero hecho de imaginarlo le concede una cierta realidad. Como podéis imaginar ésto (y otras muchas posibilidades) se la ha ocurrido a multitud de científicos, pero para ellos el problema no es de imaginar sino de probar. Lo que para mi es un juego para ellos es un reto y un trabajo.
Cuando el logos apareció cinco siglos antes de nuestra era el mundo resultó demasiado complejo para entenderlo holísticamente por lo que se procedió a trocearlo, simplificarlo, disciplinarlo, y así facilitar la tarea. Y la primera simplificación fue centrase en el ser (espacio) y relegar el devenir (tiempo) para cuando el nivel fuera más alto. Ese momento sucedió a mediados del SXIX cuando Darwin/Wallace ingeniaron la teoría de la evolución. Para entonces la sociedad religiosa y la civil habían adaptado sus pretensiones al conocimiento disponible: el ser, y no se tomaron a bien desentronizar el hombre de su pedestal a la derecha de Dios. Aceptar la evolución era establecer un nexo de unión entre nosotros, los animales y hasta las bacterias. Dios resultó innecesario, por lo menos para crear al ser humano.
Hasta entonces el tiempo era un parámetro que como la temperatura tenía un papel subsidiario. Era reversible: las leyes físicas funcionaba hacia delante y hacia atrás en el tiempo. La evolución coloca al tiempo en su lugar primordial. La historia (como disciplina) había iniciado este rescate, pero en las humanidades, no en el ámbito científico (Sí. Las humanidades no solo no eran científicas sino que estaban a la gresca). Naturalmente la física del tiempo no es la misma que la del espacio y por lo tanto estamos en lo que Kuhn llamó un cambio de paradigma. La termodinámica se unió a la novedad y además de establecer la flecha del tiempo (Prigogine), acabar con la reversibilidad, introdujo la estadística en la estructura de la ciencia. Hasta Einstein no se equiparan espacio y tiempo en un continuo cuatridimensional. La física del espacio/tiempo es la relatividad, una revolución en la microfísica y en la macrofísica, originando la astrofísica.
La simetría es una forma de igualdad “especial” (parcial). Lo mismo podríamos decir del giro, de la traslación, de la homotecia o de la proporcionalidad. En general dos objetos son simétricos especularmente si comparten todas las dimensiones menos una que es de la misma magnitud pero de distinto signo. Según el teorema de Noeder toda simetría estás asociada a un principio de conservación (de la energía, del momento de la carga eléctrica, del spin…), a una invariancia, lo que convierte a la geometría en física (como corroborará la teoría de la relatividad general al convertir la gravedad en geometría). La simetría está relacionada con la teoría de grupos, de especial importancia en la determinación de la teoría unificada de la física. Ver: “El pensamiento geométrico 4. El método matemático: la simetría 1”. La física es simétrica respecto al tiempo, lo que convierte a éste en reversible. Unas pinceladas sólo para mostrar que el devenir (la evolución) -cuya principal categoría es el tiempo- sería una alternativa a la ontología (la filosofía centrada en la categoría: ser) si no fuera porque -como sabemos desde Einstein- espacio y tiempo forman un continuo cuatridimensional… lo que acaba con la ontología.
El desgarrado. Mayo 2024.