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» 17-05-2024 |
Sobre la metafísica he escrito tanto en “La muerte de la metafísica” como en “El pensamiento geométrico” y a ello me remito. Al final de esta entrega adjunto un cuadro (francamente mejorable y solo aceptable de modo transaccional) en el que relaciono los distintos sistemas de conocimiento con algunos de sus parámetros definitorios. Espero que -al menos- os sirva de orientación.
La única manera de ajustar una inteligencia incipiente a una realidad exuberante de complejidad es simplificar (o admitir su complejidad). La simplificación se produce en diversos ámbitos. Los objetos son reducidos en su complejidad a unas pocas características esenciales en el proceso de abstracción, como por ejemplo: la cantidad; el concepto o definición; la verdad, adecuación o certeza. Sea cual sea la simplificación su cometido es mantener la universalidad es decir que sea un modelo reducido del original complejo, pero que pueda representarlo como si conservara todos sus atributos. Pero la universalización tiene otro cometido y es la capacidad de prever: que pueda ser anticipado, porque pertenece a una clase con las mismas características. Universal quiere decir aplicable a cualquier tiempo y lugar, necesario, inequívoco, Necesita así, ser complejo en su simplicidad, lo que provocará no pocos problemas. Ello hace que junto a la abstracción haya otros métodos de universalización, como la atracción, el paradigma, que forman sistemas completos de conocimiento (lógicas) como el instintual, el revelado (la mitología religiosa), el sensible (arte), el analógico, el mito, el simbólico (la metafísica), el cibernético, la meta-ética, etc.
Otra forma de simplificar es la partición de lo sensible ya citada que consiste en dividir la complejidad en distintos y complementarios enfoques o puntos de vista que dan lugar a las disciplinas desde las que vemos los objetos del mundo. Esta división desvirtúa el objeto de conocimiento pues divide en partes lo indivisible. El procedimiento es el análisis, que reduce el todo a partes no solo físicas sino ideológicas, cuando sólo desde la síntesis holística podemos hacer justicia al objeto. Pero una cosa es querer y otra poder y el camino del análisis viene marcado por la impotencia. Afortunadamente los distintos sistemas de conocimiento -cada vez más afinados- nos hacen pensar que se vayan añadiendo más y más hasta que -recursivamente- lleguemos a una aproximación más certera y por supuesto menos dividida. Este planteamiento supone aceptar los absolutos como herramientas operativas y no como conceptos que en el límite tendrán que desaparecer. Es este un enfoque evolutivo (devenir) mucho más de acuerdo con lo real que el planteamiento ontológico que niega el cambio (al menos como equiparable al ser).
La simplificación puede efectuarse en lo real: el dibujo es una captación de lo real complejo en imágenes, simplificando a una linea el contraste entre zonas de luz y de sombra o de colores distintos; los colores al gris; la multiplicidad a esquema; la inteligibilidad a la verdad, etc. La reducción de lo real a lo dibujado puede servir a muchos fines pero no, desde luego, a su descripción atinada. La escritura es una representación/simplificación de lo real que se inicia en ideogramas (esquemas que representan lo real) hasta que -avanzando en la simbolización- terminan en la abstracción total (letras). Esta simplificación también se puede realizar con los sonidos (imágenes acústicas) mediante las onomatopeyas primero en sonidos simplificados y más tarde en palabras (trueno, llover, silbido…) hasta perder cualquier tipo de relación identificable. Todo lo perceptible (sensual) es susceptible de estas aproximaciones. Estas paulatinas simplificaciones de lo percibido por los sentidos añaden a la universalidad de la representación la universalidad de la previsión mediante los atractores (ritmo, melodía, armonía, composición, rima, métrica, equilibrio, simetría, aplomo, colores complementarios, etc.) que establecen relaciones de atracción o de evocación. Todas estas relaciones sensibles forman un sistema de conocimiento que tras la aparición del logos -que lo obsoletiza- se convertirán (reciclarán) en artes, las clásicas ligadas a los sentidos y otras, ligadas a complejos sensoriales, como el cine.
Todo sistema de conocimiento (adecuado al nivel de inteligencia de cada estadio evolutivo) tiene como fin conocer el mundo, preverlo y dominarlo. La operación previa para ello es separar el mundo y el ser humano, superar el panteísmo civil. El segundo paso es concederle al ser humano la capacidad suficiente para conocer el mundo. A partir de aquí se aplican los modos de simplificación: reducción por instinto, por revelación, por analogía con lo natural, por atracción sensible, por abstracción, por relato (verosimilitud), por representación (imágenes), por simbolización (palabras). Todos ellos abstraen (reducen) de lo complejo lo simple, de modo que conserve el máximo de atributos, y así resulten ser universales (fidedignos, verosímiles, necesarios). El conocimiento descriptivo no basta, es preciso prever, adelantar el futuro, adivinar. La omnipotencia de las ideas, la magia, la revelación, la intuición, la lógica (deducción), la inducción, el método científico. A cada estadio evolutivo su correspondiente grado. Y una vez previsto de una manera o de otra, formular leyes de obligado cumplimiento, universales, necesarias. Este es el esquema de conocimiento universal, presente en cada estadio evolutivo.
Pero la partición de lo sensible, la división en disciplinas, no es necesaria sino optativa, contingente, política. Exactamente igual que el “universo” de las encuestas cuya definición permitirá que los resultados se sesguen a un u otro lado. La elección de absolutos: la verdad absoluta como único tipo de verdad, excluyendo la verdad fraccionaria de la probabilidad, o la de la magnitud escalar en detrimento de los vectores y tensores (podríamos referirnos también al concepto), solo puede justificarse si nos situamos en una perspectiva de recursividad, como medios “ficticios” para alcanzar su superación. La igualdad es otro absoluto que solo ocurre en el límite, pero abordar un mundo de desiguales, -mayores y menores- resulta inabarcable, como resulta imposible abordar la lógica difusa. Estas son las simplificaciones que debemos aceptar para encontrar soluciones aunque sean aproximadas y efímeras.
disciplina
| Recogida de dastos | Universal | universal previsión | operacion | ley |
biología | apariencia | instinto | supervivencia | compulsión | natural |
mitologica | revelación | dogma | trascendencia, | fe | divina |
analogíca | percepción diferencial | identificación | clasificación | analogía | equiparación |
magnetismo | acción a | atracción | convergencia | atracción | teleología |
filosofia | análisis síntesis | abstracción | generalizació sabiduría | inducción | inducción |
mitología | descripción narración | relato | verosimilitud | narración | causalidad |
semiótica | signos | reprersentación imaginera | imaginación relación | imaginación |
|
semiología | símbolos | simbolizació | arquetipo | reflexión | sintaxis |
cibernética | base de datos | no | algoritmo | computación retroalimentación | recursividad |
metafísica | esencia, ser sustancia | abstracción | universal | logos | ley metafísica |
metaética | síntesis sentimiento | emoción | relación social | cariño ética | cuidado, ley moral |
paradigmática | ejemplos paradigmas | imitación | universal | imitación | ejemplaridad |
matemática | magnitud cantidad | cantidad | inducción matemática | aritmética | teorema |
lógica | enunciados premisas | verdad | inducción enumerativa | silogismo | absoluto |
derecho | hechos | principio | prueba | juicio | ley jurídica |
El desgarrado. Mayo 2024