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» 30-03-2024 |
Leo “Causalidad y probabilidad” texto de 1949 publicado en “Moderna filosofía de la ciencia” Hans Reichenbach, Tecnos 1965 (1958) -recopilación de los escritos del autor realizado después de su muerte en 1953- un texto publicado hace 3/4 de siglo y que -a mi parecer- conserva su actualidad de forma sorprendente… dada la evolución fulgurante de la ciencia. Reichenbach perteneció a la escuela del empirismo lógico que trató de aunar esas dos tendencias, en contra del racionalismo (como doctrina opuesta al empirismo) pero salvando de aquel el pensamiento lógico (que no deja de ser profundamente racionalista). El racionalismo (con el recurso a la razón basta) se opuso al empirismo (con el recurso a la experiencia basta) desde Platón hasta hoy. El racionalismo era hermano de la filosofía, que tampoco se avenía bien con la experiencia que no fuera la necesaria para conformar el Logos (la metafísica), es decir, anterior a la labor de enfrentarse al mundo, conocerlo y dominarlo. La ciencia en el SXVIII -Newton a la cabeza- impuso el experimento como modo insoslayable de corroborar la razón, pero el empirismo nunca supo defender su necesidad debido -como dice Reichenbach- precisamente a que trató de hacerlo en el campo del racionalismo y desde su planteamiento: la certeza absoluta (la causalidad tradicional). Había que abandonar esa premisa y eso es lo que hizo específicamente en este texto. Esa pugna tiene también su espacio en este libro, en el texto “Racionalismo y empirismo” de 1947.
Se podría resumir el contenido del texto en pocas palabras: La ciencia ha dado por sentado que la verdad absoluta (el binomio verdad/falsedad) es algo que existe en la naturaleza y que simplemente hay que descubrir. No es así. La verdad es gradual y se extiende desde el grado cero: la falsedad absoluta, al grado 1: la verdad absoluta. Es decir la causalidad como exigencia absoluta (grado 1 ó 100%) no existe. El recorrido entre ambos extremos es la probabilidad. La afirmación es radical pues -como negaría Einstein- implicaba que Dios juega a los dados: la máxima certeza que podemos alcanzar se aproxima a 1 tanto como queramos pero nunca alcanza el grado absoluto. El desarrollo de su argumento parte de (el conocimiento de) una ciencia que se desarrolla desde el contexto del descubrimiento (cómo se descubre: empirismo) al contexto de la justificación (como se explica: razón). Como consecuencia de la probabilidad, alcanza la inducción y el planteamiento de Hume sobre la misma: a) la inducción no es necesariamente lógica y b) no puede ser demostrada por la experiencia. Aunque matiza esta afirmación considerando que es la causalidad (absoluta) lo que no se corresponde con la naturaleza, sino la probabilidad (verdad fraccionaria). Siempre entendiendo la lógica como la teoría de la verdad absoluta. Pero veamos como lo desarrolla en sus palabras.
¿Es la probabilidad verdad? ¿Son las afirmaciones de la probabilidad verdaderas? No podemos incluir la probabilidad en el campo de la verdad si no podemos justificar la afirmación de probabilidad. Existen dos aspectos: 1: la cuantificación de la probabilidad, la métrica, las afirmaciones específicas de probabilidad, la resolución de problemas y 2: La inducción, las afirmaciones generales de probabilidad, el marco general. 1. Las afirmaciones específicas de probabilidad (la cuantificación del caso específico) se suscitaron primeramente en relación a los juegos de azar y partiendo de una premisa: la equiprobabilidad. “en el caso de los juegos de azar, el origen de la métrica de probabilidad está oscurecido por la simetría de las condiciones físicas” (Reichenbach, 1965, 87). “Oscurecido” quiere decir que merced a las consideraciones de simetría de las condiciones físicas no fue necesario recurrir a justificaciones más profundas de equiprobabilidad. La equiprobabilidad se relacionaba con el principio de razón insuficiente: las seis caras de un dado son equiprobables porque no hay razón suficiente para preferir ninguna de ellas. No era razón suficiente. El camino (Kries y Poincaré) era reducir los mecanismos de los juegos de azar a funciones de probabilidad (relación continua entre las posibilidades y el mecanismo) En el caso de la ruleta esta función continua de probabilidad se establecía mediante la relación de una función lógica (equiprobabilidad) con una función topológica (la superficie de los sectores), medida por la frecuencia. “Asumimos que, como resultado de giros repetidos, la frecuencia de una magnitud física -el ángulo de rotación del indicador- está determinada por una función de probabilidad” (Reichenbach, 1965, 91). La existencia de funciones continuas de probabilidad a otros campos como la teoría de errores o la teoría cinética de los gases fue inmediato.
“Aún cuando solía considerarse que las leyes de probabilidad representaban una clase especial de regularidad distinta de la regularidad causal de la naturaleza, se puede demostrar, basándose en la teoría de la función de probabilidad, que esta distinción es solo superficial y que las leyes de probabilidad y las leyes causales son variaciones lógicas de un único mismo tipo de regularidad. (Reichenbach, 1965, 90). La diferencia entre causalidad y probabilidad es de grado, pues en esencia son lo mismo. La causalidad pretende la necesidad del resultado (la ley inexorable de su materialización). Pero es imposible conocer todos los factores que determinan el resultado. Los factores de menor influencia deben ser desechados. Solo podemos predecir el resultado (el futuro) dentro de ciertos límites, es decir dentro de cierta probabilidad o posibilidad y de ninguna manera de manera absoluta. “este dilema no ofrece salida: o la afirmación es absolutamente cierta, en cuyo caso es lógicamente verdadera (esto es, analítica) y no dicen nada sobre la realidad, o es una afirmación descriptiva, de contenido fáctico (esto es, sintética), en cuyo caso solo puede sostenerse con probabilidad… solamente la combinación de estas dos hipótesis nos permite efectuar afirmaciones sobre la realidad. He llamado a estas dos hipótesis principio de conexión (causalidad) y principio de distribución (probabilidad). Solamente la combinación de estos dos principios justifica las asunciones de la ciencia” (Reichenbach, 1965, 91).
La concepción tradicional del determinismo nos dice que los acontecimientos están estrictamente determinados, otra cosa es que podamos llegar a su conocimiento (argumento de la ignorancia). Debemos atenuar esta concepción del determinismo con una afirmación menos ambiciosa: "existe una descripción de la Naturaleza que nos permite predecir el futuro con probabilidad y nos es posible aproximar esta probabilidad a 1 tanto como queramos, mediante una consideración más precisa de los parámetros relevantes… por mucho que la probabilidad se aproxime a 1 nunca podemos hablar de acontecimientos estrictamente determinados, y no tiene sentido, por consiguiente, utilizar el lenguaje del determinismo al hablar del límite si” (Reichenbach, 1965, 92). Estamos en una generalización del concepto de causalidad, más de acuerdo con la física moderna. No es necesario asumir que la probabilidad pueda aproximarse a uno tanto como queramos, sino que puede haber un límite inferior a 1. En la mecánica cuántica “el principio de indeterminación de Heisenberg, debe ser considerado como una de estas generalizaciones del concepto de causalidad”. La exposición habitual del principio indica que el mero hecho de medir perturba la medición, lo que es ampliable a la macrofísica. Sin embargo existen métodos capaces de interiorizar esa perturbación. " El punto capital no es que el acontecimiento observado se componga de objeto y medio de observación, Sino que sea imposible determinar el estado objetivo de los hechos (que pueda incluir los así llamados medios de observación) únicamente sobre la base de los fenómenos observados… la probabilidad de una descripción comprensiva de un estado fáctico objetivo no converge hacia 1 conforme aumenta la exactitud de la observación, sino hacía un límite más bajo” (Reichenbach, 1965, 94).
"La sustitución de las leyes de causalidad por leyes de probabilidad se ha considerado como un fracaso del método científico. Esta interpretación parece derivar de un menosprecio del carácter fundamentalmente probabilista de la ciencia… El concepto de probabilidad es tan indispensable para la fundamentación de la ciencia, incluida la física clásica, que debe darse la misma consideración epistemológica que el concepto de causalidad… “Si la física se viera obligada aceptar esta afirmación (la generalización de que el límite de la secuencia convergente es inferior a 1) ello no sería debido a deficiencia alguna en sus métodos de observación, sino una propiedad objetiva del mundo físico” (Reichenbach, 1965, 94)”
2. La inducción, las afirmaciones generales de probabilidad, el marco general, serás trastadas en la próxima entrega.
El desgarrado. Marzo 2024.