» 14-10-2020

La resaca del coranavirus 22. La comunidad de Madrid pillada haciendo trampas en el recuento de los infectados.

“El diario.es” denuncia la artimaña utilizada por la comunidad de Madrid para engañar a todos los españoles. Los casos diarios no se suman diariamente sino que se dilata su inclusión hasta contabilizarlos cuando las cifras de los casos de esos días ya no están bajo el foco informativo. Se evalúa que dichos casos podrían alcanzar el 30% del total. Un nuevo informativo  la Sexta Clave se estrena hoy comparando las cifras facilitadas por la comunidad con la cifra real escamoteada, de los casos que se han añadido a posteriori y que explican la verdadera cantidad de afectados que la comunidad de Madrid ha maquillado. Este desfase explica como la ingeniería de contabilización ha falseado y maquillado los verdaderos datos. El caso es de una gravedad solo clasificable de fraude y abre la puerta a que el engaños se esté utilizando en cualquier tipo de relación de las autoridades con los medios informativos y los ciudadanos.

 

Todos los portavoces de la comunidad de Madrid han utilizado los datos amañados y el propio Martinez desde la alcaldía lo ha hecho también. Ahora viene el renuncio de rigor: “no lo sabíamos, nos engañaron, los datos son cuestión de los científicos y los técnicos, la culpa es de Tezanos, etc. Es algo que los ciudadanos conocemos en profundidad. Porque la cuestión está en manipular los datos y no la gestión o la acción, es decir algo que no depende en principio de los políticos sino de los técnicos. A nadie se le escapa que esos técnicos están obligados a manipular los datos por orden de los políticos pero el hecho diferencial es que ningún tribunal de justicia podrá demostrar que los políticos dieron órdenes explícitas de que se manipularan los datos.

 

Es esta una cuestión que hemos tratado muchas otras veces. Se llama (Ranciére) la división o partición de lo sensible. Lo sensible es aquella parte del mundo susceptible de ser reflejado por datos. Pero para  recoger los datos hace falta una metodología que los recopile. Pues bien, ahí está el truco. Según como recojamos los datos… así será el resultado. Evidentemente la conclusión ya reside en los datos por lo que la gestión (política) posterior se puede mostrar absolutamente inocente. Los políticos saben que no se puede actuar sobre la soberanía popular, la división de poderes, la democracia, etc. Por eso actúan en la recogida de datos, la división de los sensible. Es algo que la estadística (una tecnología científica que se basa en la recogida, no de todos los datos, sino de una muestra, que obviamente ha de ser representativa). Como se escoja la muestra así será el resultado. El caso del recuento de datos de los infectados es diferente por cuanto se pretende recoger todos los datos y no una muestra representativa. ¿Cómo se hace entonces la trampa?

 

En primer lugar se desautoriza algunos de esos resultados por diversas razones (no han llegado a tiempo, necesitan confirmación, no son fiables…) Cuando resulten fiables serán computados pero no ya en el día de hoy sino en días anteriores que ya no son noticia. Eso produce un desfase entre los datos acumulados (donde se incluyen todos) y los datos diarios (donde se excluyen los datos “no fiables”). En segundo lugar se reducen el número de pruebas (si se hacen menos test los resultados negativos disminuirán). También se pueden disminuir los números rastreados propiciando que si se pierde la trazabilidad del contagio desaparece el contagio. Otro sistema de falsear los datos es cambiar el sistema de conteo. Un cambio de conteo convierte las dos series de datos (anteriores y actuales) en incongruentes, es decir no comparables. Evidentemente los métodos tradicionales de intoxicación, demagogia, populismo y engaño son tan aplicables como lo son siempre para los políticos. La desinformación es un arma que junto a la “interpretación” pueden cambiar la realidad de las cosas.

 

Mientras Madrid se queja de que España asfixia a Madrid, paralelamente manipula los datos para apoyar sus tesis. La asfixia es una estrategia política que también utiliza el PP. El engaño va más allá. El engaño no es una estrategia sino que es un fraude. Todos los que han participado en esas mentiras tienen que salir de la política porque los políticos no pueden perder la confianza de los ciudadanos y estos, la han perdido. Ellos mismos se han autootorgado la ausencia de responsabilidad (aforamiento, indulto, amnistía, pero sobre todo: la honorabilidad, la presunción de verdad, actuación correcta y servicio público). El único caudal que tiene un político es la confianza de los ciudadanos (dado que se niegan a tener cualquier tipo de control habitual en cualquier otro ciudadano). Sin ese caudal lo mejor que puede hacer es dedicarse al mundo del hampa por libre.

 

La Sexta Clave, esta noche, si quieres estar informados, y si tampoco te fías de los datos que te dan los periodistas, entonces vete a VOX porque estás perdido para la democracia. Si piensas que hay unos buenos y unos malos, quédate con tus buenos, porque también estás perdido para la democracia, por lo menos para la democracia de los que evalúan a los políticos y desfenestran a los chorizos, que los hay y muchos, y no por cierto en un único bando. La descomposición es un proceso natural en el mundo. Aunque hay que reconocer que en la política es mayoritario. Compara, y si encuentras algo mejor (aunque sea poco) cógelo. Si eres de los que no te interesa la política ¡Qué dios te pille confesado!

 

El desgarrado. Octubre 2020.




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