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» 28-11-2020 |
Prescindiendo de la buena intención -que como el valor en los reclutas se les supone- las instrucciones que nos han dado los políticos -y sus sicarios los técnicos- han sido realmente confusas. No es difícil saber por qué: 1) ignorancia, 2) prepotencia, 3) partidismo, 4) salvar el culo, 5) no hay nada que rascar, 6) son unos inútiles, ignorantes y chapuceros. No he nombrado el bien común porque no es aplicable. Hay otras razones particulares al coranavirus (las anteriores son generales para cualquier caso): 1) es evidente que las causas de la epidemia son políticas lo que exige una cortina de humo importante, 2) Es evidente que las causas de la pandemia son nuestro sistema de vida desarrollista, progresista, intensamente deudor e inconsciente, lo que exige una cortina de humo importante, 3) No tienen ni puta idea de lo que pasa, lo que exige una cortina de humo importante. 4) No son capaces de ponerse de acuerdo en unas directrices comunes, lo que exige una cortina de humo importante. Resumiendo: exige una cortina de humo importante.
No ha sido difícil sacar la conclusión pero es precisamente cuando estas son más fáciles cuando más difícil es ser consecuente. Dado que los técnicos están al servicio de los políticos y los políticos al servicio de los poderes fácticos y los poderes fácticos al servicio de la codicia, la desigualdad y la dominación, he decidido tomar el relevo y tratar de de daros unas directrices para salvar la piel. ¡Atentos: salvar la piel, no el culo! Ahí van esos diez mandamientos:
1) No hagas caso a los políticos ni a los técnicos comprados por ellos. No hagas casos a los oportunistas, los tertulianos, los especuladores o los aprovechateguis (sobre todo si te venden lejía a precio de medicamento), y por encima de todo no hagas caso de las farmacéuticas en especial si se han hecho ricas vendiendo Viagra o si se lanzan a una competencia deportiva sobre su efectividad. Solo hay un dios y es la verdad científica y el sentido común (lo que huele a mierda, parece mierda y sabe a mierda… es mierda). Eres tú quien decide quien es Dios y quien no lo es. No hacer caso no es negar. Hay que afirmar algo.
2) Usar el nombre de Dios (la verdad) en vano es fácil. Desconfía de todos los que digan que ellos son la verdad (Dios)… que por cierto son todos. Es decir: no te creas a nadie que no asiente su verdad en bases sólidas. ¿Cómo saberlo? Es fácil: aquel que no tenga ningún interés económico (farmaceúticas), políticas (¡esos!), religioso (las iglesias), social (ONG), ecológico (Endesa), etc. esos, son inocentes.
3) Esta taxativamente prohibido santificar las fiestas. Las fiestas son la bicha, fuente de todas las desdichas y de todos los males. En este nuevo decálogo, a las fiestas que las den, tanto sin particulares o de guardar. Los festeros son unos HP que no se merecen la vida. Son los culpables de toda la pandemia y de… todo.
4) Honrarás a tu abuelo y a tu abuela interrumpiendo cualquier tipo de contacto y suspendiendo cualquier tipo de servicio de canguro, transporter, etc. Los abuelos están prohibidos, son antitóxicos. No es exactamente una honra pero les salvaréis la vida para seguir utilizándolos eternamente (dentro de su disponibilidad, ¡No hay que abusar!). Macron recomienda el uso de la mascarilla en el hogar. Los padres tampoco están a salvo.
5) Matar está permitido ¡por fin! Puedes transmitir el virus con toda impunidad y más si eres asintomático. Sobretodo si eres joven que es lo mismo que ser inmortal. Pero la fórmula más escogida es ignorar la situación y seguir haciendo tu vida como si nada pasara, como si tu manera de vivir fuera lo único importante del mundo. Claro que también puedes apostar por la vía testosterónica (disponible una versión femenina) y hacerte el novio de la muerte y enfrentarte a tu destino como lo hacen los más descerebrados youtubers.
6 y 9) El asunto de la jodienda no tiene enmienda -dice el dicho- aunque el bicho no se transmite por las vías del pecado (que con la sífilis del SXIX y el SIDA del SXX ya hemos tenido bastante). Pero ¿Cómo echarse un kiki sin una mala aproximación o un beso? El sexo es contacto. En un alarde de ingenio las autoridades proponen el sexo sin besos. El sexo no es una secuencia divisible. Las putas se frotan las manos contra los labios.
7 y 10) No robarás ni de pensamiento ni en acto. Este podría subsistir si robar no se entiende en un sentido amplio de robar la vida, la tranquilidad o la normalidad (lo de robar dinero, va con el cargo). En ese caso se refiere a los políticos. Pero estos dos mandamientos los políticos nunca los han comprendido. La ley del embudo (primera ley política) indica que no es lo mismo si roba un político: ¡pobres! que si roba un robaperas: ¡insensato! Es evidente que los políticos nos han robado la vida (hay miles de muertos), la normalidad (hasta el decálogo ha cambiado), los medios de sustento (la economía se ha ido a la mierda) y la tranquilidad (esto es un sobresalto continuo). Como diría Perales; “es un ladrón… que me lo ha robado todo”
8) Lo de los falsos testimonios y las mentiras que os voy a decir. Sin falsos testimonios ni mentiras esta pandemia hubiera sido otra cosa… mucho mas tenue y mucho más suave. Hubiera sido una crisis normal y no esta pavorosa crisis que todavía nos cuesta creer.
¿Qué hemos aprendido queridos niños? 1) los mandamientos no son aplicables en tiempos revueltos. 2) con otros políticos (no otros sino de otra manera) esto no hubiera ocurrido. Dos propósitos para el futuro: cambiar de Dios y cambiar de políticos. ¡Total, no es demasiado!
El desgarrado. Noviembre 2020.