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» 25-03-2021 |
Durante toda la pandemia hemos asistido a la trifulca acerca de las decisiones del Gobierno o de las Comunidades. Los medios destacan la lógica que se opone a las decisiones tomadas. Los ciudadanos destacan el agravio comparativo que afecta a comunidades vecinas con distintos regímenes de confinamiento o movilidad activa (lo que pueden hacer), hasta la pasiva (cómo les afecta la movilidad de los demás. La realidad es que las normas de obligado cumplimiento no son discutibles y tienen que cumplirse de cualquier modo, pero la crispación política hace que se aproveche cualquier ocasión para arremeter contra el contrincante tratando de desautorizarlo y restarle unos votos. Pero ¿cuál es la razón última, más allá de la lógica y del agravio comparativo para tomar las decisiones que se toman? Desde luego no es la salud de los ciudadanos sino los intereses partidistas, electorales e institucionales. Veámoslo.
1. Los fumadores. En el confinamiento los estancos permanecieron como servicios básicos abiertos. Durante el resto de la pandemia se les permite quitarse la mascarilla para fumar. Algunos piensan que es por los impuestos que soportan. Otros que es un colectivo al que no hay que ofender si se quiere conservar sus votos. En uno u otro caso los fumadores tienen derecho a contagiar más que los no fumadores, lo que tiene poco sentido. Lo que es extensivo a los vaporeadores. En cuanto se constató que los aerosoles eran el principal modo de contagio del virus este privilegio debió haber desaparecido pero no fue así.
2. Los viajes en avión nacionales e internacionales no cumplen con la perimetración que sí afecta a desplazamientos por otros medios. Gracias a ello los franceses llegan en manada a Madrid para regocijo de Diaz. Y gracias a ello es imposible ir a la comunidad de al lado pero te puedes ir a Cancún. Las compañías aéreas son poderes fácticos. Al principio de la pandemia declararon (que no demostraron) que la renovación del aire de la cabina era totalmente segura y recibieron la bendición del Gobierno. La situación de los pasajeros en los vuelos low cost es de hacinamiento, pero se les ha dispensado de la distancia de seguridad, que sin embargo deben respetar en los aeropuertos.
3. La prohibiciones se efectúan en las proximidades de las grandes citas vacacionales. Quiere decir que los trabajadores no pueden salir antes o volver después para evadirlas lo que si pueden hacer los que no trabajan o lo hacen en régimen de opcionalidad. Una diferencia de clase que ¡oh sorpresa! beneficia a las clases poderosas. Las justificaciones para viajar son lo suficientemente poco específicas como para que cualquiera con recursos puedan obtenerlas. ¡La pandemia también tiene clases! Y por supuesto, tras cada época de fiestas, repuntes terribles de la pandemia y ¡vuelta a empezar!
4. Cuando la pandemia pilló en bragas al Gobierno, sin suministros sanitarios suficientes para los ciudadanos, se arguyó que las mascarillas no eran necesarias y se insistió poco en los geles y los uniformes protectores etc. El Gobierno (los gobiernos) prefirieron salvar el culo que informar a la ciudadanía. No informar de la necesidad de las mascarillas y los geles costó muchas vidas que se hubieran salvado, pero el culo del político vale por muchas vidas de ciudadanos.
5. Cuando fue evidente que los mayores en las residencias eran los más expuestos al virus, Madrid prohibió que se trasladara a los mayores enfermos, de las residencias a los hospitales. Con ello se les condenó a muerte para salvar a los más jóvenes que acudían en masa a las UCIs. Ni que decir tiene que había UCIs sin acabar o en desuso debido a los recortes que los políticos asumieron para recortar gastos, además de las conocidas privatizaciones que se publicitan como mejoras para el servicio y que en todos los casos han resultado en deterioro del servicio y aumento del gasto.
6. Madrid (Diaz) se ha opuesto frontalmente a todas las decisiones del Gobierno central. Se ha primado la economía a la salud con el resultado de ser la comunidad con más muertos de España. Por otra parte la desautorización del Gobierno central ha resultado en que los ciudadanos no entiendan o no han querido entender la importancia de cumplir las restricciones a la movilidad o a la reunión. Los franceses llegan en masa a la ciudad más permisiva con el virus de Europa. Las fiestas de los autóctonos se han hecho famosas. Y mientras ejercían su derecho a decidir sobre una sanidad transferida, se acusaba al Gobierno de los muertos en un caso de hipocresía descomunal.
7. Se ha consentido que los políticos, los militares, las hermanas del rey y los curas se vacunen fuera de plazo a la voz de ¡se lo merecen! Si se lo merecían se debía haber declarado así en la interterritorial. Vacunarse a escondidas, alegando que se lo ofrecieron es simplemente delinquir. Pero no se ha hecho nada contra ellos porque deben ser muchos más los vacunados que los pillados. Estamos ante uno de esos consensos entre políticos como lo subirse el sueldo o darse prebendas. ¿Qué sentido tiene ser político si no tienes privilegios?
8. Diaz convoca elecciones por que sí, alegando que sus socios y sus oponentes iban a hacerle una moción de censura. Era mentira. Simplemente ya estaba nerviosa desde hace tiempo por aprovechar la ventaja que le daban las encuestas gracias a la fervorosa defensa que ha hecho del bolsillo de los madrileños a costa de la vida de miles de afectados. Las elecciones costarán otras tantas vidas pero ¿qué es eso ante una oportunidad de mejorar los resultados electorales?
Así son los servidores públicos: ¡fucking people, very good politics! Miles de muertos a mayor gloria del beneficio de políticos, militares, curas infantas, que solo piensan en su propia salud, en sus socios del contubernio con los poderes fácticos, en sus intereses partidistas y electoralistas, etc. Asesinos natos. Tal cual. Los Ayusers están encantados.
El desgarrado. Marzo 2021.