» 09-11-2020

La resaca del coranavirus. ¿Hay una guerra entre el gobierno y los ciudadanos?

Desengañémonos. Si los ciudadanos lo están pasando mal, el Estado (el gobierno) está peor: tienen que seguir robando, pero cada vez hay menos que pillar y están más expuestos. La bajada de la recaudación de impuestos y las peticiones (exigencias) de ayuda, aumentan sin cesar. El Estado tiene que dar sensación de fortaleza pero la realidad es que está contra las cuerdas. Se llena la boca recomendando, pero no se aplica esos apósitos que imparte. Los políticos son pura apariencia (Platón estaría contento). No se trata de lo que son, sino de lo que parecen, y de ninguna manera quieren parecer débiles. Pero eso no quita que -como siempre- la realidad de los ciudadanos esté diametralmente opuesta a la de sus gobernantes. Y no hablo de los errores sino de la guerra que se produce entre ellos. ¡Guerra. Esa es la palabra!

 

Un gobierno presuntamente pro-social se niega a quitar el IVA a las mascarillas, ralentiza las ayudas, acosa a los autónomos y probablemente un largo etcétera que no sabemos. Todos los políticos nos lo han dicho tradicionalmente: ¡Hay el dinero que hay! (descontado lo que nos llevamos nosotros, lo que condonamos a los poderosos y lo que invertimos en perpetuarnos). Ahora no lo dicen… pero lo hacen. Los políticos de izquierdas tienen menos desparpajo que los de derechas. Los de derechas ya nos habrían contado una milonga (con una sonrisa tipo Casado) que si bien no nos hubiera convencido nos hubiera demostrado que no había nada que hacer. La izquierda quiere convencer, y en el ínterin, ni hace ni explica.  Tienen la coartada de que la derecha no les aprueba los presupuestos, pero eso no es coartada. La obligación de la derecha es poner palos en las ruedas… cuando su única misión es recuperar el gobierno sea como sea.

 

Lo de impulsar una ley para recortar la libertad de prensa (la llamen como la llamen) es vergonzoso. Sí, si. Hay bulos mentiras y fakes pero eso no arregla recortando a la prensa sus derechos. Aunque parezcan que se lo merecen. Ya trataron de cambiar la ley de nominación de los representantes del CGPJ (los jueces), apoyándose en que la derechona se aprovechaba arteramente de su ventaja poniendo todo tipo de palos en las ruedas. (¿Qué parte de la constitución no habéis entendido?). Pero, ni aún así es de recibo (ni siquiera como estrategia para torcer la tozuderia interesada de la derechona). ¿Qué parte del estado de derecho, de la separación de poderes y del respeto a la constitución, no os entra en la cabeza? Por supuesto que hay que forzar que la derechona d

eje de presionar torticeramente pero no a cualquier precio. Todavía tenemos en la mente como aprovechasteis para apoderaros de los datos de los ciudadanos con fines partidistas, en la última  renovación de la ley de protección de datos. Tengo que reconocer que aprovechar la protección de datos para robarlos fue un acto de piratería política genial… pero escasamente constitucional y ética. Aunque a vosotros la ética os importa una mierda.

 

Hasta ahora las encuestas han resistido al desaliento y han seguido apoyando al gobierno. ¿Cuanto durará? La oposición no consigue horadar la credibilidad del gobierno pero el propio gobierno está dispuesto a hacerles la labor. Los errores se acumulan. Parece que la mascarilla es la piedra de toque. Se negó su eficacia cuando no se podían suministrar. Se aceptó su bondad cuando hubo suficientes. Para entonces los ciudadanos ya eran escépticos. Se produjo la resistencia y la incredulidad. Salvar el culo (negando que no se pudieran suministrar) ha supuesto una reacción imparable. Ahora las mascarillas vuelven al primer plano. Lo que cuestan las mascarillas para una familia es vergonzoso (tres al día, para cuatro personas ). Pero el gobierno se pone de perfil. No es un gran gasto pero seguramente el gobierno teme que si se concede esto, la avalancha de exigencias será imparable. ¿Es el momento para chapuceras estrategias económicas?

 

Este gobierno ha declarado la guerra a los ciudadanos. Está dispuesto a que los   ciudadanos paguen el gasto de sus imprevisiones, sus privatizaciones, su estúpida gestión y su imbecilidad inveterada. Para ellos no hay otro horizonte que las elecciones. Todo lo demás no les interesa. La teoría del culo cada vez es más firme: salvar el culo, apoltronar el culo y la dialéctica del culo; al enemigo el culo, al amigo el culo y al indiferente la legislación vigente. A esa estrategia cular se añade

ahora la estrategia facial: negar la mascarilla si no la puedes suministrar, no bajarle el IVA si lo puedes cobrar. Es evidente que los más-carotas son incompatibles con las mas-carillas. ¿Está seguro el Gobierno (el Estado) que esta es la estrategia? ¿Pero quien os votó?

 

El desgarrado. Noviembre 2020.

 




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