» 10-04-2024

Lecciones de política alternativa 102-5. Ranciére. Racismo.

“Siete reglas para contribuir a la difusión de ideas racistas en Francia” recoge, en forma irónica, las prácticas de comunicadores que -supuestamente de buena fe- con resultados contraproducentes, hablan del racismo. Publicado en 1997. “ Políticos periodistas y expertos de todo tipo han sabido encontrar formas bastante eficaces de poner su antirracismo al servicio de una difusión aún mayor de las ideas racistas"(Rancière 2023, 57). Estas reglas llegan mucho más allá del dicho atribuido a Dalí que decía: “Que hablen de ti… aunque sea mal”. Por más que se insista en que hablar o mostrar imágenes de determinadas cuestiones produce un efecto llamada,  la competencia entre los medios por la audiencia conduce a la selección de las imágenes y noticias más extremas.

 

Regla 1.  “Ensalce a diario los objetivos racistas y deles la máxima publicidad. Coméntelos profundamente, pregunte por ellos en todo momento, tanto a figuras ilustres como a un transeúnte cualquiera… una ideología no consiste en primer lugar en tesis, sino en evidencias palpables. No es necesario que estemos de acuerdo con las ideas racistas, basta con que veamos lo que nos hacen ver, que hablemos sin cesar de lo que nos hablan, que al rechazar sus ‘ideas’ aceptemos lo que nos imponen” (Rancière 2023, 58).

 

Regla 2. Enfatice, escandalícese, la indignación es importante. “Se trata de garantizar un efecto triple: en primer lugar, las ideas racistas deben analizarse mediante su constante difusión; en segundo lugar, deben denunciarse constantemente para que, al mismo tiempo, conserven su capacidad de escándalo y de atracción y, en tercer lugar, esta denuncia debe presentarse como una demonización que culpe a los racistas de decir lo que, de hecho, es una obviedad banal. (Rancière 2023, 58).

 

Regla 3. Repita en cualquier circunstancia: “Existe un problema con los inmigrantes que hay que resolver si queremos frenar el racismo… inmigrante es una noción vaga que abarca categorías heterogéneas… pedir que se resuelva con medidas jurídicas y políticas el problema con los emigrantes es algo perfectamente imposible. Sin embargo, al hacerlo… se demuestra que somos incapaces de hacer nada contra este indeseable y que los racistas son los únicos que proponen soluciones. (Rancière 2023, 59).

 

Regla 4. “Insista en la idea de que el racismo tiene en sí mismo una base objetiva, que es efecto de la crisis y del paro y que solo terminará cuando terminen esos problemas. Así, le otorgará una legitimidad científica… si no se puede eliminar la causa profunda del racismo, lo único que se puede hacer es eliminar su causa circunstancial devolviendo a los inmigrantes a su país con leyes racistas severas y objetivas” (Rancière 2023, 60).

 

Regla 5. " Añada que el racismo es característico de los estratos sociales debilitados por la modernización económica, de quienes quedan atrás ante el progreso, de los petits blancs, etc.” (Rancière 2023, 60)

 

Regla 6. Apele al consenso de todo político responsable en contra de los objetivos racistas. Invite sin descanso a que los hombres de poder se desmarquen por completo del racismo. Es importante que estos políticos obtengan efectivamente su diploma de antirracismo… es importante también que la extrema derecha racista se presente como la única fuerza consecuente… es importante, por último, que ésta se presente como víctima del complot de todas las personas que ostentan el poder” (Rancière 2023, 60).

 

Regla 7. Exija nuevas leyes antirracistas que permitan sancionar la mera intención de incitar al racismo, un sistema de escrutinio que impida que la extrema derecha tenga escaños en el parlamento y cualquier medida similar.  (Rancière 2023, 61).

 

“En pocas palabras, se trata de ayudar a la difusión del racismo de tres formas: divulgando al máximo su visión del mundo, otorgándoles el galardón del mártir y demostrando que solo el racismo limpio nos puede proteger del racismo sucio. Esta triple tarea ya se está llevando a cabo con un éxito notable, pero, con la teoría, siempre se puede hacer mejor” (Rancière 2023, 61).

 

El racismo suele ser una de esas cosas evidentes en los demás pero difíciles de hallar en nosotros mismos. Los recientes acontecimientos en los campos de fútbol han demostrado que -en la impunidad y arropados por la masa- los españoles podemos ser tan racistas como cualquiera. El racismo es una reacción visceral contra los extraños, los distintos, los que lucen otros hábitos, que llevamos de fábrica. Y -como sucede con los políticos respecto a la corrupción- no basta con no caer en ello, sino que exige denunciarlo y combatirlo. Del racismo frío, de arriba, racional, limpio, hablará Rancière en otros textos. 

 

El desgarrado Abril 2024.




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