» 09-04-2021 |
Otras veces os he hablado del estatuto de ignorantes que se autootorgaron los políticos en la redacción de la Constitución. Ser político no necesita formación académica alguna y como consecuencia no necesitan colegiarse, someterse a leyes deontológicas (éticas), ni reciclarse (Posteriormente encontraron otras vías para obtener título porque aunque no los consideraron necesarios, es evidente que los desean. Casado y Cifuentes respondieron de ello hace poco). Fue una decisión en la línea de las prebendas que los políticos se autootorgaron en aquella ocasión aprovechándose de la coyuntura, pero que han tenido continuidad en las leyes que les protegen de la responsabilidad no solo política sino civil y penal. Hablar de igualdad cuando la misma Constitución distingue entre unos ciudadanos con prebendas abusivas, blindados legal y fiscalmente y otros “ciudadanos” sometidos al rigor de la letra de la ley (dos años de cárcel por echar pintura a una piscina, cuando el rey emérito puede regular su indignidad fiscal sin que intervenga (públicamente) la inspección de hacienda y con dinero que le regalan sus “amigos”, que por cierto, está sujeto al impuesto de donaciones).
Y de aquellos polvos vienen estos lodos. Un diputado de VOX nos alecciona de la escasa importancia que tiene el calentamiento global. Lo resume diciendo que 2,6º harán que mueran menos personas de frío (esos “sin techo” que si existen es por causa directa del capitalismo que es el sistema de rapiña de los recursos naturales que avala la destrucción del mundo que ¡ya lo arreglaremos! en esa política de destrucción/reconstrucción que le caracteriza). No solo es el desprecio por la opinión de los científicos independientes (por supuesto que hay científicos que cobran por decir lo contrario; recordemos todos los que avalaron la bondad del tabaco), sino que además se aprovechan del propio descrédito de los políticos (ganado a pulso) para apoyarse en los negacionistas, conspiranicos, desengañados y escépticos. Los ciudadanos no tienen acceso a esos estudios científicos y como los políticos tienen presunción de veracidad, pues muchos ciudadanos les creen, les votan, aprueban leyes de esquilmaje del planeta y nos abocan al desastre. Y todo por ignorancia.
Una concejal murciana transfugada de VOX nos explica que no se vacunará (está en su derecho: el suicidio es impune) y no lo hará porque no cree en la eficacia de las vacunas. De nuevo el desprecio por el saber científico y la oportunidad de apoyarse en los negacionistas. En un rasgo de humor la concejala tránsfuga (es evidente que tampoco cree en la política) añade que no es terraplanista ni está en Atapuerca. Ella no es negacionista sino vacuno-escéptica. Y todo por ignorancia. Y con ello no quiero decir que no tenga derecho a hacer lo que quiera con su cuerpo y su salud, sino que explicitar su posición puede conducir a la muerte a unos cuantos ciudadanos que creen en los políticos más de lo razonable. Aparte de que puede cometer homicidios por imprudencia.
Rajoy desactivó la reforma de las energías alternativas (generando una deuda supermillonaria por incumplimiento de contrato) prohibiendo el autoabastecimiento energético y las ayudas a las energías limpias y continuando con la tradición de favor a los poderes fácticos energéticos cuyo volumen de negocio -en el caso del petróleo- representa el 10% de nuestro PIB, mientras autorizaba los transgénicos impugnados por numerosos científicos. Subvencionó el diesel (dañino para la atmósfera) y proporcionó a las eléctricas un sistema de subasta energética que hace que la electricidad española sea la más cara de Europa. Aznar permitió que la Iglesia católica se inmatriculara más de 10.000 inmuebles sin coste y por su sola palabra, que habían sido sufragadas por los fieles o por el Estado. Sin ir más lejos, Aznar, en su ignorancia “creyó” que Irak tenía armas de destrucción masiva que posteriormente se demostró que nunca existieron. Cantó (político transhumante) afirmó en el congreso que había más muertos de género, masculinos que femeninos. Posteriormente reculó (se había equivocado al “leer” los datos). En su ignorancia el Gobierno realizó contratos con diversas empresas que hacía responsable subsidiario al Estado. La plataforma Castor y los túneles de AVE en los Pirineos fuero pagados por el estado subsidiariamente cuando se suspendieron los contratos. En su ignorancia, la administración dejó de reclamar 2.000 millones a las eléctricas que todavía están en litigioo, etc, etc.
Así son ellos: ignorantes recalcitrantes (puesto que no quieren cambiar la Constitución) y así se lo hemos contado. Cuando les toque utilizar la esmirriada rendija electoral (única forma de participación política en España para los ciudadanos) en unas elecciones mediatizadas por las listas cerradas y clausuradas, de circunscripciones desiguales, dopadas con dinero negro, con penalización al voto rogado (en el extranjero) y en día laborable pero no lectivo escolarmente, recuerden que están votando a tipos que se vanaglorian de ser lo más incultos de España, los más ignorantes… y que ejercen como tales. Hoy se aprueba la primera ley energética española. En 2040 las energías fósiles serán residuales. No ocurrirá porque en cuanto los ultras aterricen en la Moncloa cambiarán la ley -previa campaña de intoxicación- como cambiaron la ley de Costas (que protegía el litoral de su ocupación por las clases privilegiadas) al límite de su periodo transitorio de 50 años. ¡País!
El desgarrado. Abril 2021.