» 17-12-2023

Lecciones de política alternativa 99. El otro golpe de Estado.

El PP ha entrado en una dinámica de no aceptar los resultados del estado de derecho (elecciones, pactos, partidos, actitudes, mandatos), dinámica que está conformando otro Estado dentro del Estado. El Estado de Derecho no solo consiste en que todos estamos sometidos al derecho (medidas de gracia aparte) sino que el derecho es exclusivamente a lo que debemos estar sometidos. El encaje de cuestiones como ética, moral. religión (¡Como dios manda!), sentido común (en el caso de que exista), patriotismo (en el sentido de complejo honor-valor), escándalo público, respeto, presunciones (de la opinión. pública, del comportamiento del oponente) son argüídas por el PP cada vez que el normal desarrollo de nuestras instituciones no le conviene. Y eso es un golpe de Estado por cuanto está tratando de subvertir el estado de Derecho por un subestado de seudoderecho. El estado de Dios, de la ética, de la moral, del sentido común… etc. 

 

La sustitución de la alcaldesa de Pamplona por un alcalde apoyado por Bildu y PSOE nos han mostrado que ese estado alternativo al de derecho puede ser apetitoso para otras formaciones ajenas al PP como la UPN. Los argumentos son exactamente los mismos que el PP utiliza y son exactamente igual de golpistas. Sabemos como estos argumentos empezaron. 1) Los partidos herederos de ETA no son legales por cuanto son asesinos con fines extraconstitucionales. No dice eso el Estado de Derecho que determina si un partido es legal por decisión del tribunal supremo… y así lo ha hecho: son legales. El concepto de asesino está en el código penal en el que se especifica que el delito -en derecho- se redime por la pena. También especifica que solo es culpable aquel que es declarado culpable por los jueces mediante sentencia firme. Éticamente, moralmente, religiosamente los antiguos etarras pueden ser tildados de lo que esos códigos digan pero en un Estado de derecho lo que se aplica es el Derecho y no son -en derecho- asesinos aquellos que han cumplido la pena o no han sido sentenciados en firme. 

 

2) Los independentistas no son legales por cuento su fin es destruir España (es decir separarse, por lo que el uso de la palabra destrucción es un abuso de lenguaje). En nuestra Constitución los delitos de pensamiento no existen (como sí existían en el franquismo) por lo que la aspiración a la independencia no será delito hasta que se  pase a la acción, acción que para muchos juristas debería ser violenta). No hay delito contra el derecho por manifestarse independentista. 3) Los resultados de la urnas no están sujetos a otra revisión que no sea la que el Derecho determina. Cualquier manifestación de alteración de los resultados (pucherazo) deberá ser demostrada en derecho. Consideraciones como la lista más votada, el ganador de las elecciones o el designado por la gracia de Dios, no es válido para gobernar si no obtiene el respaldo mayoritario del Parlamento que es el representante en derecho del pueblo y su soberanía constitucional. Llamar golpe de estado a alcanzar ese apoyo mayoritario, es golpismo, pues es negar y conculcar el Estado de Derecho. 4) Los mandatos constitucionales (como la renovación de l órgano directivo de los jueces  no están sometidos a consideraciones particulares, por lo que deberán ser cumplidos sin que se les ponga oportunidad o condición. Y en un Estado de Derecho debería ser tipificado. 

5) No existen pactos vergonzosos, contra natura, o nulos, siempre que se ciñan a lo que ordena la Constitución, es decir se ajusten al estado de derecho, ponerlo en duda es poner en duda la Constitución. 6) Las decisiones de los jueces no son discutibles. Pueden ser opinables dentro de la racionalidad de no cuestionarlas. Los jueces son independientes del poder ejecutivo por lo que intervenir en su desarrollo es delito (que deberá ser sentenciado por un juez). 7) La ambición política: obtener cargos y conservarlos no es delito, es más, es la única manera que tienen los políticos de aplicar sus programas. Auto-fijarse el sueldo también es legal aún cuando se incurre en autocontratación. La corrupción sí es delito. 8) Argüir alternativas al estado de Derecho como: ética, moral, religión sentido común, los países de nuestro entorno, la tradición, etc. pueden aceptarse como retórica pero no como derecho, y en puridad informativa deberían ser caracterizados como lo que son: creencias, deseos, aspiraciones, pero no elementos del Estado de Derecho. 

 

9) Las medidas de gracia (indulto, amnistía) y de protección de la independencia de los políticos (aforamiento, inmunidad, inviolabilidad) -por más que se hayan convertido en nuevas medidas de gracia “de facto”- son constitucionales y hasta que dejen de serlo, por reforma de la Constitución, son perfectamente legales. Lo que no quita que se vea por parte de la ciudadanía que su desaparición mejoraría la igualdad entre los españoles. 10) Existe una diferencia de esfera entre lo político y lo jurídico, no regulada constitucionalmente. Mientras la responsabilidad política sea nula (por decisión de los partidos) la juridificación de la política será insoslayable. 11) los insultos personales no son estrategia política (no benefician a la ciudadanía), son mezquindad, impotencia, inquina.

 

 Con estos mimbres el PP ha construido un cesto con el que pretende intoxicar la opinión pública en favor de sus intereses partidistas e influir en el resultado de las elecciones. Y eso es un golpe de estado contra el Estado de Derecho. No hace falta ser muy perspicaz para notar que la deriva que el PP está imprimiendo a la vida política se está convirtiendo en argumento para los partidos y verdad para los ciudadanos y que degrada la convivencia, engaña a los ciudadanos y asombra a los observadores. Si se desea que la religión, la ética, la moral, etc. formen parte del Estado de Derecho, lo que deben hacer los partidos interesados es instarlo jurídicamente. El Estado integrista, confesional, o ético son posibles, pero deben ajustarse al derecho, al Estado de Derecho. El PP quiere hacernos creer que existen razones tan poderosas como el Derecho para enjuiciar los hechos y conformar la democracia. No es así. El derecho es Derecho y a ti te encontré en la calle.

 

El desgarrado. Diciembre 2023.




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