» 12-07-2024

Los errores de la humanidad 10. El espacio (y el territorio). Urbanismo 18-3. Los orígenes de la Arquitectura.

Gran parte de lo dicho para el tiempo sirve para caracterizar al espacio. Estamos pues en la escenificación de los dominadores (Dios, genero, clase únicos,) y de sus métodos (violencia, tecnología y cultura). El ser humano como especie tiene vocación global que es como decir que es capaz de adaptarse a cualquier localidad.  Su arma es us cerebro su capacidad de adaptarse a cualquier situación, más allá de la respuesta estereotipada del instinto. Sin garras, dientes, veneno (la mente no puede ser caracterizada como venenosa a pesar de sus consecuencias), camuflaje, tamaño, velocidad, agilidad, el hombre presenta un arma peculiar: el cerebro capaz de adaptarlo a cualquier situación, clima, alimentación, etc. y esa arma específica le permitió -entre los grandes monos sociales- escoger una estrategia de atenuación de la tensión individuo/sociedad de consecuencias asombrosas: la familia nuclear. 

 

El vínculo amoroso, la fidelidad, la comunidad familiar, conducen a la democracia reproductiva: todos los machos pueden formar pareja y a la reducción extraordinaria del lapso entre hijos (un año frente a los 4-5 de los chimpances y bonobos). El hombre es un animal panterritorial, puede colonizar todo el planeta (y quizás otros) lo que implica una dilución de la territorialidad específica que sustituye con el territorio (funcional) específico de la familia nuclear: el hogar. El hogar no nace como territorio sino como función: la casa del fuego. La arquitectura es la primera manifestación de construcción social física y sobre ella radica nuestra civilización. Ciudad e ideología van de la mano pues para superar el grupo tribal de 100-200 individuos unidos por lazos de sangre (parentescos) se debe instituir otro vínculo no parental de afinidades y coincidencias: la ideología, la comunidad de ideas. Ese nuevo vínculo permite la invención de la ciudad con todas sus importantes consecuencias. Lo que debemos retener de esta evolución es que una especie desarmada materialmente desarrolla un arma mental: el cerebro que le lleva a la familia nuclear que tiene un territorio funcional: el hogar, que por ideología se aglutina en ciudades.

 

Hogar, tribu, ciudad, son territorios pero también algo más: son funcionales antes que materiales. Tienen un correlato mental. Cualquier refugio puede ser un hogar (si tiene fuego, si es la casa del fuego); cualquier ciudad puede ser territorio social si tiene una ideología. El territorio en el ser humano es mental, una manifestación de sus armas mentales. Las ciudades-estado dan paso a los estados nacionales y estos a los imperios, con vocación de estabilidad pero históricamente poco duraderos, pues la funcionalidad de su origen no se solventa solo con murallas, infrestructuras de comunicación, abastecimientos de víveres, etc. sino que necesita aquella función que la caracteriza. Las ciudades, las naciones y los imperios tienden a fosilizarse en sus estructuras físicas y eso las conduce a su fin. Una ciudad es un nudo denso de relaciones, de ideas, y sin eso no puede subsistir. Su riqueza reside en la interacción de sus residentes, en la colaboración no solo física sino de ideas.  Pero la imagen física es lo suficientemente potente como para que muchos la confundan con su vivacidad con su funcionalidad, con su alma. Los conceptos de hogar, ciudad, nación se fosilizan en las partes más antiguas del cerebro y aunque eso las conduzca a su extinción no por ello deja de ser un medio de dominación importante.

 

Conservadurismo es tanto conservar lo que vale como conservar lo que interesa. La mujer es naturalmente conservadora de lo que vale (no de otra manera se puede explicar el cuidado de las personas y de las cosas -hasta alcanzar al planeta-), no es partidaria de destruir lo que todavía es funcional… o retiene un valor afectivo.  Quizás su capacidad de alumbrar novedades se agota en el parto y es poco dada a ocurrencias como las del hombre que está siempre construyendo nuevas estructuras lo que le obliga a destruir las antiguas. O quizás al revés. El conservadurismo de lo que interesa es un conservadurismo de privilegios: interesa porque marca el hecho diferencial entre el sujeto y el otro. Es el conservadurismo político consistente en estabilizar las diferencias tan afín al pensamiento masculino. Sigue el modelo biológico de la vida: robar energía del entorno y conservarla integrándola para mantener un diferencial de complejidad con aquel. Que sean diferentes no quiere decir que no se mezclen en muchas ocasiones. La mujer puede ser conservadora de intereses cuando políticamente tiene que escoger entre opciones que es incapaz de diferenciar y se decide por lo que ya funciona, aunque sea mal. El hombre puede ser conservador de valores no solo por afección sino también por utilidad, por cálculo: no es el momento o el lugar de cambiar. Las diferencias entre géneros no son constitutivas sino volutivas, dependen de la decisión personal, de la libertad.

 

La cultura femenina es de reparar, de zurcir, de lavar, de almacenar, es decir de conservar, cuidar. La del hombre es de tirar (destruir) lo viejo (y no tan viejo) y hacerlo de nuevo. Su pasión por la guerra lo ha convertido en constructor. Reconstructor, habría que decir. La mujer conserva la función (aún cuando no la comprenda cabalmente). El hombre (cuando su conocimiento no es cabal) reconstruye la forma y pierde la función. Y así caen los hogares, las ciudades y las naciones. Cuando la nación se entiende desde los cerebros más antiguos se produce el nacionalismo, la función nación fosilizada en territorio. Éste pasa a primer plano olvidando su función de territorio mental. Lo mismo ocurre con el colonialismo: tomar territorio es tomar sus funciones físicas (recursos) sustituyendo su función organizativa por la del colonizador, que obviamente la considera mejor. Se llama civilizar a extirpar una función (religión, sociedad, régimen político, lengua, costumbres…) y cambiarla por otra ajena, incomprensible y por supuesto perteneciente a los invasores. ¡Y hay tipos que están orgullosos de esta operación! La reducción del territorio mental al físico ha causado estragos en la historia y sigue siendo defendido por las facciones más conservadoras (de intereses) mencionadas. 

 

El desgarrado. Julio 2024.




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