» 10-07-2024

Los errores de la humanidad 8. Globalización.

La cultura es la continuación de la evolución por medios no biológicos. A los mecanismos: mutación, selección natural, recombinación celular, colaboración estable, epigénesis se añade la memoria trasmisible de generación en generación, la innecesariedad de grabar en los genes el aprendizaje individual porque los memes los complementan (Dawkins) y los estabilizan. La educación como transmisión exclusiva de memes, de consignas, de dogmas. Durante siglos la cultura fue local aunque con vocación universal como muestran los imperios. Hoy, por primera vez en la historia, la cultura es global, afecta a todo el planeta y no ha sido por medio de los imperios sino por medio del transporte de personas y de ideas. La velocidad del transporte (Virilio), ha contraído el planeta y la globalización se ha producido.  Se nos ha vendido como un progreso pero tiene tantas sombras como luces (y por lo menos, tantas como Gray). 

 

Las pandemias (porque no se quedará en una), los paraísos fiscales, el comercio global (las multinacionales), el idioma único, el pensamiento único y por supuesto la cultura única no suponen sino una pérdida de diversidad (reducida a folclore), además de una imposición de los intereses de la facción hegemónica. La Europa sin fronteras ha supuesto el libre tráfico de capitales, pero en absoluto de trabajadores como se prometió. La globalización ha resultado la extensión mundial de los intereses de sus promotores. Los aranceles siguen siendo medidas de control de la libertad de comercio y los derechos de propiedad blindan más que nunca las patentes, de forma mortal como en el caso de las vacunas.  

 

Se ha dicho de la UE que es la Europa de los mercaderes y así es. Los grandes beneficiados de la globalización son las multinacionales, naciones dentro de las naciones (como Diaz Ayuso pretende que sea Madrid en España). No se ha conseguido ni la unión política (con el sonoro fracaso de la confirmación referentística -entre naciones- del Parlamento europeo), ni la unión económica, ni la unión fiscal. Todo circula pero nada por las vías soñadas… que no existen. Europa es un tren que ha prescindido de las vías y se lanza campo a través. En vez de una canalización de los intereses comunes ha resultado una perfusión. Moneda única y libre circulación de capitales. La CE es una unión monetaria y matizada, pues existen tantos bancos centrales como miembros. Ni siquiera se han podido sentar las bases de una Constitución europea que contuviera la marea fascista. Dentro de poco podremos decir que Europa es la cuna de la modernidad política: el fascismo. 

 

Podemos resumir que si evolución y multinacionalización se unen en la globalización, el futuro único es el mundo de las multinacionales, que como se ha dicho, disponen de la tecnología adecuada y el impulso dominador para unir en una sola mano todos los resortes de la unicidad, la nueva cara del totalitarismo. La política de los políticos desaparecerá como desapareció la política de los religiosos, de los militares y de los burgueses (comerciantes), a manos de la política de los cibercomerciantes globales, Conceptos como derechas/izquierdas, democracia/oligarquía, capitalistas/proletarios, Estado/nación, desaparecerán en un conglomerado religioso-militar-político-comercial. Todos los resortes en una mano. El mundo Apple lo prefigura: una forma de pensar (lujo, consumo, clase), la transformación de la electrónica de consumo (gadgets) en materia prima, un mercado mundial capaz de construir (a golpe de talonario) sus propios paraísos fiscales, la posesión de todos los datos de todas las personas, la resistencia a las leyes nacionales y dirigentes tan poderosos como los políticos, la manipulación de elecciones y por tanto de la política tradicional, etc. Capaces de acometer empresas reservadas tradicionalmente a los Estados nacionales, como los viajes interplanetarios. El concepto aplicado a los bancos: “demasiado grande para caer” pasará a las multinacionales (que no tardarán en entrar en el negocio bancario). Los Estados nacionales estarán ahí para servirlas a cambio de los puestos en consejos de Administración y la puertas giratorias que hoy enriquecen a los políticos, ignorantes de que su plazo se acaba: tic, tac, tic, tac. 

 

Y por supuesto, la cultura producida por los genios desaparecerá a manos de interese previamente fijados. La cultura dejará de ser evolución cuando las metas esté determinadas por intereses específicos. Podrá ser desarrollo o progreso pero ya no será evolución, porque la evolución no tiene metas prefijadas. Se conservará un arte mercantilizado como máscara del individualismo creador en un mundo sin individuos (estandarizados) y sin creadores (anodino) fuera de la mente de las multinacionales. Dominación tecnológica multinacional. Trio de ases para unas multinacionales que adoptarán la forma de sociedades anónimas en la que los accionistas -como los ciudadanos en las democracias- forman parte pero no deciden, meros poseedores eventuales de títulos de propiedad… que no lo son zarandeados por los especuladores financieros. La figura de los gestores políticos, societarios y financieros sustituirá a la de los políticos advenedizos, hijos lejanos de las ideologías y de las luchas sociales convertidos en sirvientes de las multinacionales regidas por los supergestores. That’s Live.

 

El desgarrado. Julio 2024.




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