» 27-11-2019 |
Inicio esta nueva serie sabiendo que atraeré todas las iras. Desgraciadamente uno es esclavo de sus ideas y sin poder callarlas, sin embargo, voy a tratar de explicarme, solo, para las que me quieran entender. Comprendo que el tema contiene una dosis enorme de visceralidad y que se puede entender que soy un VOX emboscado que lo único que quiere es intoxicar. De antemano comprendo a todas las que no me comprenderán, porque no es fácil. Los hombres hablando de la maternidad somos siempre intrusos en uno de los pocos (o únicos) temas en los que las mujeres se sienten soberanas. Y es cierto. Nunca lo sentiremos como lo sienten las hembras y nuestro reflexionar probablemente es ocioso. Por lo tanto voy a situarme del lado del espectador, del que ve que como las cosas funcionan y lo dice. No pretendo aleccionar a nadie, no pretendo dogmatizar. Simplemente lo digo. Si os gusta, bien, si no, ignorarlo.
Me dirijo a vosotras en femenino porque se que a ningún (casi ningún) hombre le interesa este tema. No es modernidad, es direccionalidad. En esta sección os hablaré de lo que veo en la calle y las reflexiones que me sugiere. Soy consciente de que nuestro entorno cognitivo es absolutamente andrógino (por no decir machista). Dicho mal y pronto, el campo de juego de la racionalidad fue inventado por los hombres para su beneficio: la dominación. Eso hace muy difícil la reflexión feminista. No existe un entorno cognitivo femenino, por lo que las mujeres deben combatir a los hombres… ¡con sus propias (de ellos) armas! Eso es imposible. Como diría Rancière la división de lo sensible es infinitamente más efectiva que la reflexión y el hombre (genérico) efectuó esa división de los sensible hace milenios: podemos razonar pero en mi campo y con mis reglas. Planteada así la lucha es imposible. Es como si lucháramos con un tiburón… en tierra. El tiburón es un enemigo formidable, pero si lo cambiamos al campo que nos interesa se convierte en… nada. La fuerza no es absoluta. Depende del campo de batalla.
Me gustaría que fuerais pacientes conmigo y no me lancéis a la papelera antes de que me explique. Las mujeres no sois hombres. Podéis serlo porque la plasticidad del cerebro es casi infinita. Nada se os opone para ser todo lo que un hombre es. El problema es ¿Queréis serlo? ¿Es un modelo el patriarcado? Siempre pienso en los sumerios y los acadios. Los segundos copiaron la escritura de los primeros (lo que probablemente también supuso copiar su manera de pensar). Les fue bien, pero desde un punto de vista masculino, perdieron su alma. Desde un punto de vista práctico, les sobrevivieron. La pregunta que me hago es ¿deben las mujeres aceptar el sistema cognitivo masculino para combatir precisamente el sistema cognitivo masculino? No sé la repuesta, pero el tufo no me gusta. La mujer ha encontrado un nicho de supervivencia (y a veces de poder) maniobrando en la vera del hombre y muchas veces pervirtiendo sus designios. No en vano existen los mitos de las brujas, de la mujer fatal, de las envenenadoras (como opuestas a la nobleza del espadazo). El hombre es noble y la mujer engañadora dice el mito. Lo que podríamos leer perfectamente como que bajo la dominación opresora, la supervivencia toma aspectos… peculiares.
Basta ya de disculparme, si hasta ahora no lo he conseguido, no lo conseguiré. Solo reiterar que no quiero, en absoluto, deciros como tenéis que pensar. La emancipación es una cuestión de género (en este caso) y solo quiero proponeros mis sesgadas reflexiones para que la consigáis, con vuestras propias armas. Soy un traidor a mi género porque mi género ha llegado demasiado lejos. Pero no soy un gurú. La emancipación femenina, será femenina, o no será.
Subyace aún una reflexión candente. ¿Podrán las mujeres fundar una civilización usando el sistema cognitivo del hombre o deberán formar una nueva cognitividad. La plasticidad del cerebro femenino hace pensar que se encuentran bien jugando a pelo y a lana. Como los bilingües: cuando miran a un lado hablan un idioma y cuando miran al otro hablan el otro. O dicho más radicalmente: ¿existe una cognitividad específicamente femenina que los hombres no hemos detectado? En un proceso de adaptación “biológico” La mujeres toman lo que les interesa del sistema cognitivo de los hombres y conservan su específico sistema cognitivo, como parte de algo que tienen que defender frente a la “abertura cognitiva” del hombre. Quizás eso explicaría que las mujeres no quieran “abrirse” sabiendo que el hombre como depredador solo quiere “conocer” para dominar. Todo son suposiciones pero la incomprensión de lo femenino por el hombre debería tener una explicación racional… desde el punto de vista del hombre. Quizás la racionalidad es el sueño del mono loco.
El desgarrado. Noviembre 2019.