La des-inhabilitación de Mas está al caer (Febrero 2020) y el hombre se empieza a prodigar por los medios (que no deben tener mucho interés en él, desde el momento que ha caído en “El intermedio”). La entrevista la podéis encontrar en la web de la sexta pero querría haceros unos comentarios. Mas tiene dos registros ante los medios: el modo español: altivo, soberbio, displicente, cínico, sarcástico, reactivo, activista, y el modo catalán: afable, sonriente, seductor, condescendiente, sencillo, patriota, estadista. La entrevista, ¡cómo no! es del primer tipo. El fin de semana pasado Santi Vila habló de la inexperiencia de algunos políticos catalanes abriendo la puerta a que regresaran los políticos profesionales, que es lo mismo que decir: Mas. Se le olvidó decir que la inclusión de la sociedad civil en las listas electorales fue obra de los políticos, lo que -por cuierto- les ha salvado de ir a la cárcel.

Sobre eso versaba una de las preguntas ¿Se siente culpable de que los condenados estén en la cárcel? La respuesta no tiene desperdicio: “En absoluto” -y dando un giro sarcástico a su argumento, añade- “Me siento culpable de haber obedecido a las urnas, al Parlament, al pueblo de Catalunya…” Mas, solo es culpable de grandeza. ¡Ahí es nada! En otro momento se lamenta de que haya sido inhabilitado y se le haya intervenido su patrimonio. La Periodista le pregunta si se siente víctima. “En absoluto. Yo respondo siempre de mis actos, yo soy coherente” Solo le faltó decir que se viste por los pies, lo que seguro que se calló por que le que pareció demasiado español. Posteriormente le preguntan si le parece que hay que convocar elecciones en Catalunya a lo que responde que radicalmente no. Como la cosa podía interpretarse como que si fueran ahora él no se podría presentar, la periodista contraataca y le pregunta si se va a presentar a las elecciones a la Generalitat, a lo que contesta que hoy no lo tiene previsto, y añade antes de que le repregunten: “Lo que no quiere decir que más adelante pueda reconsiderarlo”. La periodista le dice que la respuesta es ambigua y el se enroca. Así son los políticos de raza.

Porque además es contrario -absolutamente contrario- a la violencia, toda la violencia venga de donde venga (recadito para los Mossos). Ante la insinuación de que no confiaba en él, había dicho que Torra confía en Buch… “desde el momento que no lo ha cesado”.  Habló también del diálogo, de ese diálogo que todos los presidentes de la Generalitat han intentado infructuosamente. Un diálogo sin condiciones, pues si fuera con condiciones, ya no podría producirse, y -en el momento culminante de la entrevista- añade y ese diálogo sin condiciones es posible legalmente. Es evidente que Mas sabe algo que los demás no sabemos: como dialogar fuera del marco de la constitución (a nivel jurídico) y como sobrevivir a ese dialogo ante las embestidas de la oposición (a nivel político).  Podemos colegir que esa es su varita mágica para convencer a los votantes. Quizás estábamos ante su programa electoral. Poco durará la zozobra. En cuanto esté deshabilitado él será el primero en forzar las elecciones. La jugada de Torra sería convocarlas ahora y dejarlo cuatro años (es un decir) en el dique seco.

Grandeza, responsabilidad, coherencia, dominio del lenguaje y de la situación, sentido de Estado, conocimientos profundo, idoneidad. Maquiavelo ha vuelto. ¿Para qué buscar otro candidato si ya hemos encontrado el mejor? Que Mas sea el primer presidente de la república catalana aún es posible. Aquel talante de presidente, aquella mirada al infinito, aquel andar pausado de antes de la inhabilitación, han dado paso a un luchador entregado y un estratega taimado. ¡Temblad españolitos! Mas ha vuelto.

El desgarrado. Octubre 2019.