Lo dice la Sexta hoy 26 de Agosto. No es informar. Es opinar. Esa delgada línea roja que separa la información de la opinión se traspasa, se conculca, se pulveriza. El periodismo no es opinión -inevitablemente sectaria- sino información -idealmente neutral-. Como diría  Ana Pastor: nosotros ponemos los datos y ustedes las conclusiones. No es así. El periodismo, hoy en día es partidista, unos alineados con la derecha y otros con la izquierda. Es militante y eso no es informar, es deformar. La marcha de Mendizabal de MVT ha sido una pérdida. Pino es otra cosa y su alineamiento es patente. Desde que conduce el programa el gobierno se ha convertido en el enemigo. Es evidente que su perfil coincide más con el de la cadena que el de Mendizabal. Así es esta España de nuestras entretelas: los puestos no se reparten por la solvencia o la formación sino por nepotismo político, por cuñadismo afín. En eso los americanos nos dan sopas con hondas. Ellos siempre colocan a los mejores, en cada puesto y no a los afines.

Porque no se ha dicho desde una mesa de tertulianos. Se ha dicho desde la redacción, se ha colado una opinión interesada en lo que tendría que haber sido información, datos, lo que pasa en el mundo sin elaborar. Una cadena que apuesta por la información no debería cometer estos errores… a no ser que su apuesta sea por la desinformación, la manipulación de la audiencia, el sectarismo informativo, en cuyo caso no tendría mucho sentido, porque cadenas sectarias hay un montón. El capital de la Sexta es el Kapital, el que denunció Marx como patrón de todos los desmanes. de todas las opresiones, de todas la desigualdades. Entiendo que penséis que Marx está desfasado. Reducir todas las relaciones a las laborales es, cuando menos, reduccionista. No incluir a la mujer en la ecuación -cuando la industrialización explotó a mujeres y niños a más y mejor- es simplemente imperdonable. Pero la historia está llena de estos errores de bulto (La Constitución USAna era esclavista). No se puede arreglar todo de una vez y las mujeres y los niños no eran la prioridad. Si Marx viviera hoy su pensamiento nos sería el mismo y las mujeres y los niños estarían en primera fila, pero somos esclavos de nuestro tiempo, del paradigma en el que vivimos.

Pero no pretendía hablar de Marx (al que por otra parte conozco poco, sobre todo en su interpretación marxista). Quería hablar de como la supuesta información nos intoxica. “Según el gobierno…” encierra una crítica y una desconfianza. Nunca he oído “según el líder de la oposición“. El Sr. Casado afirma con rotundidad, como los hombres cabales, como los machos de pelo en pecho y camisa apretada. No se anda con zarandajas. Es el gobierno, el que por lo visto no es digno de crédito, y puede, por tanto, ser puesto en tela de juicio. O todos moros o todos cristianos. Con perdón de los mauritanos. Ese “según” encierra un sesgo que convierte la información en manipulación, y una cadena que es de solo noticias no puede  (debe) permitírselo. En España -a pesar de la Pastor- la información no existe. Todo es segado, partidista, deformado. El periodismo es como la política: unos son de derechas y otros de izquierdas y sirven a sus amos con dedicación ejemplar. El periodismo está tan politizado que la puerta giratoria funciona a toda velocidad. El periodismo es un semillero de políticos. Al fin y al cabo lo de mentir lo llevan en la sangre… como los políticos. Y no hablo de todos, sino de una inmensa mayoría.

Si desde la redacción de una cadena se puede poner en tela de juicio la actuación del gobierno -cuando todos los políticos defienden (cuando acusan a su partido) que eso corresponde a los jueces- es que la delgada línea roja ya no existe. La manipulación, la mentira, la desfachatez (que para nada significa cejar en el fascismo) han triunfado. Estamos en manos de nuestros salvadores, los que conseguirán que baje el precio de la luz, que ellos previamente subieron. ¡Lo tenemos claro! La Sexta se maquilla para parecer una cadena de humor y simpatía (siguiendo el modelo de Wyoming, ese rojazo), como comentaba hace poco. Probablemente -como en el caso de Caperucita y el lobo es “¡para comerte mejor!”. That’s live.

El desgarrado. Agosto 2021.