» 23-03-2022 |
Danone y Gallo anuncian que si no se arreglan las cosas (¿ultimátum?) dejaran de abastecer el mercado. Es conmovedor pensar que esas marcas que hacen anuncios en los que el cliente es lo primero reconozcan que el cliente les importa una mierda. Dicen que los amigos son para las ocasiones y, probablemente, las empresas también son para las ocasiones. Ahora han decidido retratarse. Como en las actuaciones de los políticos, lo que tenemos que hacer los ciudadanos es tomar nota… para ir a comprar y para ir a votar.
Conocemos el caso de las multinacionales del automóvil y sobre todo, de los bancos. Pueden ser tan despóticos, mentirosos o tan estúpidos como quieran, porque son demasiado grandes para dejarlos caer, y el Estado los tendrá que rescatar, es decir socializar sus pérdidas cuando sus ganancias están absolutamente privatizadas. A los políticos, eso les parecerá democracia pero a mí me parece oligarquía y corrupta. Pero la diferencia de perspectivas entre los políticos y los ciudadanos es ya cosa asumida. Nos representan (incluso en contra de nuestra voluntad) pero desde otra forma de ver las cosas. ¿Qué clase de representación es esa? ¿Que parte de “representar” no han entendido? Quizás entienden que también las responsabilidades políticas son demasiado grandes como para dejarlas caer… en la cárcel y por tanto se socializan las responsabilidades (la culpa es siempre de los ciudadanos: acaparan alimentos, especulan con activos tóxicos, abusan de la economía sumergida… son el enemigo) y se privatizan los aciertos.
Lo nuevo es que las alimentarias también han entrado en este estatuto y se permiten decir: ”pues si no me arreglas el problema, yo, me voy a la mutua”. ¡Tantísima “peluchosidad” en la publicidad y tan poca empatía en cuanto vienen mal dadas! estamos en manos de desalmados, y están ahí porque los votamos (y porque les compramos). Su marchamo de legalidad se lo damos nosotros. Y la solución no es la abstención (que ellos adoran: solo con el voto de los militantes podrían perpetuarse en el poder) sino el voto disparatado, de castigo (que no es el voto a la ultraderecha -que es disparatado- pero no es de castigo, excepto para la población). El voto “escaño en blanco” (que nos permitiría diezmar al ejército de chupones), el voto animalista, Bacteria, Pirata, etc. -en menor medida porque no restaría escaños a los chupones-. Para resumir: votar a los que no tienen representación parlamentaria, al elefante del zoo o, sobre todo, el voto “escaño en blanco” que es la opción que los puede desalojar. Son el enemigo y tenemos que utilizar estrategias de guerrilla (política) urbana.
Todos quieren la irresponsabilidad, todos quieren privatizar beneficios y solcializar pérdidas, todos quieren meternos la mano en el bolsillo. Y los políticos están de acuerdo. ¿a quién representan? Estamos al cabo de la calle. La plataforma de transportistas -que están sufriendo, pero no menos que el resto de los ciudadanos- decide que es a los ciudadanos a los que hay que perjudicar para obtener su fines. Es decir que su beneficio sea nuestra pérdida. Podemos colegir que no son de los nuestros. Simpatía, toda la que queráis, pero que nos jodan (porque con la escasez, la especulación se ha disparado y no solo es el problema de que la energía esté cara por la guerra) eso es otra cosa. No solo las energéticas se aprovechan de la situación cobrando la energía hidroeléctrica a precio de gas o petróleo, también hay multitud de especuladores (los supermercados entre otros) que aprovechan la crisis como oportunidad de negocio.
La empresa es un lobo para el hombre (parodiando a Hobbes) y el pastor (los políticos) ni están ni se les espera. Somos la gasolina del sistema (Matrix) y aunque no tenemos otra cosa (cualquier tipo de democracia directa es una quimera) nos queda el voto. Una sugerencia: no votéis a políticos… es un voto nulo.
El desgarrado. Marzo 2022.