» 12-12-2019

Señoras y señores 34. Juguetes eróticos.

En un reciente artículo de La Vanguardia 05/12/2019, página 26 firmado por Cristina Sen y Albert Molins se trata de la masturbación femenina. Dos sexólogas hablan de boom de ventas de los succionadores de clítoris. “Esta navidad lloverán succionadores” (Júlia Valls badia). Hasta ahora -empiezan diciendo- la masturbación masculina era algo transparente de lo que se habla con naturalidad e incluso de la que se presume. No era lo mismo con la masturbación femenina. El proceso de empoderamiento de la mujer parece que también está cambiando en este punto. Aparte de las campañas de marketing de los fabricantes el fenómeno se ha difundido gracias al boca-oreja de forma fulminante disparando las ventas (hasta tres cifras). Como siempre los cambios se producen de forma explosiva lo que no favorece su asimilación y su normalización. Veamos algunas de sus características.

 

1. Hablar. “Comentamos con normalidad que cada noche nos servimos de nuestro succionador y compartimos nuestras experiencias” dice Valls Badia. No solo se trata de que en los corros de amigas se trate el tema con normalidad. De siempre las mujeres han sido reacias a tratar estos temas. No dudo que ha sido por una imposición del patriarcalismo (racato, pudor, pecado), pero la realidad es que no se hablaba. Parece que el natural pudor que en los animales regula el grado de provocación sexual de la hembra hacia el macho, se había convertido en la especie humana en un inhibidor cultural. Se trata también de que la pareja explore (mediante el diálogo) nuevas formas de sexualidad que incluyen los juguetes, pero que sobre todo, dejan de centrarse en las prácticas tradicionales como la penetración. Masturbarse a dos puede que sea escasamente romántico (lo que no deja de ser una percepción) pero es altamente gratificante. Lo del romanticismo es cultural por lo que será fácilmente modificable.

 

2. El materialismo mecanicista. Obtener un orgasmo en dos minutos tal como explica Isabel Moreno “… se corre el riesgo de que no haya un proceso de erotización, ni con la pareja, ni con una misma” Al ser un proceso físico-mecánico, la excitación previa no es necesaria (los prolegómenos) y además produce una parte adictiva. Incluso puede ser contraproducente que el desenlace se produzca tan rápidamente.  El orgasmo femenino tiene una componente de incerteza, de posibilidad de insatisfacción que puede ser parte del placer. Convertirlo en una realidad mecaniscista puede no ser deseable. Pero los orgasmos no son comparables dice Valls Badia. Simplemente son diferentes. No olvidemos que los orgasmos se producen en el cerebro y la intervención de la imaginación es muy importante. Quizás el momento de los orgasmos-conejo ha llegado al mundo femenino no como panacea sino como alternativa.

 

3. El orgasmos se independiza de la penetración, tanto si se usa en solitario (masturbación) como si se emplea en pareja (relación), confirmando que es la estimulación del clítoris el modo en el que el 70% de las mujeres alcanzan el orgasmo. El patriarcalismo del consolador que hace pensar que la consolación solo puede producirse emulando la penetración, se desvanece. Tal y como la píldora relevó a la mujer de la relación directa coito procreación (desenchufando el placer de la maternidad) ahora se avanza un paso más y se desenchufa el placer de la penetración. La penetreción se convierte en uno más de los juegos de sexo disponibles pero no el más placentero (lo que ya se sabía, pero se evitaba magnificar).

 

4. El derecho al placer individual se establece definitivamente. Se acabó la idea de la mujer como ente pasivo que no accede al placer si no hay un ente activo que le hace el trabajo. Deberemos acostumbrarnos al sexo asíncrono, al fin del dolor de cabeza. Si a ti no te apetece y a mi sí, pues me lo hago con mi juguete y santas pascuas… y no necesariamente a solas. El sexo como necesidad de alivio, que tan conveniente les resultó a los hombres durante milenios se convierte ahora en una situación simétrica. El voyeurismo se integra en las relaciones sexuales. El sexo se expande. Habré que ver como reacciona el patriarcalismo ante esta situación de independencia, de impudor, de reivindicación del placer, en definitiva de empoderamiento. Si ahora la calidad de nuestros espermatozoides era mala, la nueva situación de inferioridad puede acabar con ellos. Parecen buenos tiempos para los sexólogos.

 

Problemas de todo tipo que solo se pueden arreglar con apertura de miras  (por parte de los hombres) y con diálogo y audacia (por parte de las mujeres). Aunque es un trabajo para ambos. El sexo puede ser el campo de felicidad más extenso que conocemos. ¿Lo permitirán los que siempre lo han controlado, desde los curas hasta los políticos? No se por qué, pero me da la impresión que se avecina una campaña de santurronería y de recato. El infierno siempre ha sido la contrapartida del paraíso y el sexo puede ser el paraíso. De momento esta Navidad los reyes traerán succionadores de clítoris. Como en el caso de la caña y los peces no se trata de dar placer sino de posibilitar que se lo proporcionen ellas mismas. Una nueva era comienza.

 

El desgarrado. Diciembre 2019.




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