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» 19-08-2020 |
Aporto aquí una serie de ayudas para leer a Haraway. Los conceptos que usa no son inmediatamente comprensibles pero casi siempre se relacionan con la metafísica. Es desde ese punto que los relaciono.
Naturoculturas: La metafísica divide el mundo en pares de oposiciones excluyentes como por ejemplo naturaleza y cultura. Las distintas escuelas filosóficas optarán por uno u otro de los extremos de la oposición… siempre en la exclusión del otro. El pensamiento sintético, capitaneado por Kant (aditivo en vez de destructivo como el analítico) acepta una posición intermedia entre los dos polos: la síntesis de ambos polos, en una suerte de pensamiento trifásico. Haraway no es metafísica, es precisamente contrametafísica. No acepta un mundo de polos contrapuestos. Pero tampoco acepta la posición trifásica. Para el feminismo de Haraway entre los dos polos existen un continuo como la probabilidad y la estadística aceptan un continuo entre la verdad y la falsedad. No estamos en la metafísica (análisis) ni en el pensamiento sintético (aunque más que en el anterior) sino en las naturoculturas: el pensamiento probabilístico (en el sentido de una continuidad de posiciones entre los dos polos metafísicos). “Carne y significante, cuerpos y palabras, relatos y mundos: todos ellos están unidos en las naturoculturas” (Haraway 2016, 39)
Filosofía del proceso: filosofía del devenir en vez de filosofía del ser fijo y preestablecido (ontología). Lo concreto es una concrescencia de aprehensiones, una ocasión actual (Whitehead).
La realidad es un verbo activo: De nuevo Haraway arremete contra la metafísica esta vez en la dicotomía entre pensamiento-percepción y realidad. La metafísica considera la realidad algo exterior y fijo, un dato. Ya Kant consideró que la realidad era inaccesible (noumeno frente a fenómeno), pero Haraway llega más lejos. La realidad es un proceso (un devenir más que un ser). Lo que está en juego es la ontología de la metafísica. El verbo varía en número, persona, tiempo, aspecto y modo, es decir su fijeza es remota, pero además es activo es decir está en continua actividad. La realidad es una cola de lagartija. Como mínimo un devenir, un proceso, un flujo.
Los seres no preexisten a sus relaciones: La metafísica (ontología) considera al ser preexistente a cualquier cosa. El ser es un dato original. Filosóficamente es anterior a todo menos Dios. Por ello el ser es superior, principal y anterior al devenri (proceso). Haraway no está de acuerdo. Son las relaciones las que crean el ser porque el ser no puede preexistir a la relación. El ser es una consecuencia de la relación. La ontología debería ser sustituida por la relacionología. A través de sus contactos (aprehensiones) los seres se constituyen unos a otros.
Solo hay fundamentos contingentes (Butler). O dicho de otra manera los fundamentos no son tales puesto que si lo son, son no necesarios y entonces no son fundamentos. Se trata aquí del principio de no contradicción que impide que las cosas se contradigan, que sean y no sean a la vez, que sean a la vez una cosa y su contraria. El principio de no contradicción junto al de identidad (toda cosa es idéntica a sí misma) y al del tercio excluso (no existe una tercera opción entre dos cosas mutuamente excluyentes) son los tres principios metafísicos por excelencia. No olvidemos que la metafísica es un sistema de comprensión del mundo basado en una serie de simplificaciones que facilitan su acceso. La metafísica no es la realidad sino una forma de entenderla. “No hay sujetos ni objetos preconstituidos, ni fuentes únicas, actores unitarios i fines finales” (Haraway, 2016, 17).
Teoría feminista: la teoría feminista se construye A) con un rechazo: 1) al pensamiento tipológico, 2) a los dualismos binarios, 3) tanto a los relativismos como a los universalismos, y B) con una aproximación: 1) a la emergencia, 2) al proceso, 3) a la historicidad, 4) la especificidad, 5) la cohabitación, 6) la co-constitución y 7) la contingencia. Podríamos resumirlo como un manifiesto contra la metafísica. Haraway reconoce que su pensamiento se funda en la biología y en esa teoría feminista. No se trata de encontrar dulces y agradables mundos “femeninos” sino alcanzar “la comprensión de cómo funcionan las cosas, quién realiza la acción, qué podría ser posible y cómo los actores de este mundo podrían de alguna manera ser responsables y amarse los unos a los otros de forma menos violenta” (Haraway, 2016, 19). La teoría feminista como sistema de conocimiento, es decir, como alternativa a la metafísica.
Ontologías emergentes (Verran): Verran se pregunta sobre la posibilidad del conocimiento, unificar distintas prácticas centradas en el relativismo o cultivar un conocimiento general en un mundo marcado por las diferencias. La respuesta solo puede ser encajada en prácticas emergentes: “por ejemplo, en un trabajo de base, vulnerable, que junte improvisadamente las agencias inarmónicas y las formas de vivir que son responsables tanto de sus disparatadas historias heredadas, como de su apenas posible pero absolutamente necesaria coyuntura de futuro. Para mí esto es lo que significa la alteridad significativa” (Haraway 2016, 20).
Coreografías ontológicas (Thompson): En la metafísica “Los cuerpos humanos y no humanos, son separados y reunidos en procesos que hacen de la seguridad en sí mismos y de las ideologías humanistas y organicistas malos guías para la ética y la política, y más aún para la experiencia personal” (Ibidem). El guión de la danza del ser es más que una metáfora. “Hearne ama la belleza de la coreografía ontológica cuando los perros y los humanos conversan con habilidad, cara a cara. Está convencida que ésta es la coreografía de la felicidad animal” (Haraway 2016, 90). Se preguntaba que podría ser la felicidad de un animal de compañía: la capacidad de satisfacción que viene del esfuerzo, del trabajo y del cumplimiento de lo posible, de sacar fuera lo que está dentro: el talento que solo se puede alcanzar en el entrenamiento relacional. Un perro y un entrenador descubren la felicidad juntos. Es un ejemplo de naturoculturas emergentes.
Conexiones parciales (Strathern): Partiendo de categorías relacionales esta autora muestra como pensar con otras topologías. Nos muestra lo absurdo de pensar la naturaleza y la cultura como polos opuestos o categorías universales (metafísica). Si abandonamos los pares de términos opuestos metafísicos podemos acceder a una visión completa que permite trazar la relacionalidad “en términos de conexiones parciales; por ejemplo, en patrones con los que los participantes no son ni la totalidad ni la parte. A éstas les llamamos relaciones de alteridad significativa” (Haraway 2016, 21).
Alteridad significativa: La relación es la unidad más pequeña de análisis, y la relación trata acerca de la alteridad significativa en todas sus escalas
Manifiesto de las especies de compañía: “es una demanda de parentesco, que se hace posible por concrescencia de las aprehensiones de muchos acontecimientos actuales (Whitehead). Las especies de compañía reposan sobre fundamentos contingentes (Butler)” (Ibidem). “Los perros podrían ser los mejores guías a través de los matorrales de la tecnobiopolítica en el Tercer Milenio de la Era Actual” (Haraway 2016, 23). “Los perros no son una proyección, ni la realización de una intención, ni el telos de nada. Son perros; es decir, una especie con una relación obligatoria, constitutiva, histórica y proteica con los seres humanos” (Haraway 2016, 25) “Quiero aprender cómo narrar esta co-historia y cómo heredar las consecuencias de la co-evolución en la naturocultura” (Ibidem). “El manifiesto trata, entonces, sobre la implosión de la naturaleza y de la cultura en la incansable e históricamente específica vida compartida de los perros y las personas, los cuales están vinculados en la alteridad significativa” (Haraway 2016, 33). Para las especies de compañía “la relación” es la unidad de análisis más pequeña posible (Haraway 2016, 38). “Este manifiesto trata sobre más cosas que la relación entre los perros y las personas… de forma clara, los ciborg… encajan dentro del taxón de las especies de compañía” (Haraway 2016, 40). “En el Manifiesto quiero contar relatos sobre la relación con la alteridad significativa, a través de la cual los compañeros se convierten en lo que somos en carne y signo” (Haraway 2016, 45). Las partes no suman el todo en este Manifiesto o en la vida, en las naturoculturas-. En su lugar estoy buscando las “conexiones parciales” de Strathern, que tratan sobre las geometrías contraintuitivas y las traducciones incongruentes necesarias para llevarnos bien” (Haraway 2016, 46). “Considerar a un perro como un niño peludo, incluso metafóricamente, degrada a los perros y a los niños -y tiende a una trampa para que los niños sean mordidos y los perros sean asesinados” (Haraway 2016, 67). Si yo tengo un perro, mi perro tiene un humano: lo que está en juego es qué significa eso de forma concreta” (Haraway 2016, 93).
El desgarrado. Agosto 2020.