» 28-04-2021

Señoras y señores 80. Metaética 1. Afectos 1.

Los tópicos no son absolutos, universales (como le gusta a la metafísica) pero indican tendencias, sesgos, tal como indiqué en la entrega anterior: estadísticas (incluso no realizadas). Quiero hablaros hoy de los afectos: emociones, sentimientos y deseos. Spinoza los consideró en tan gran estima que no llamó metafísica a su tratado sino ética. Spinoza era racionalista (uno de los tres grandes racionalistas), y racionalista quiere decir fe absoluta en la razón. Sin embargo, los afectos nunca han sido bien vistos por la razón. Verdad es que en un mundo de afectos la razón debía hacerse un lugar a codazos. Tras Spinoza los afectos fueron enterrados. La metafísica no los quería y los afectos quedaron como acerbo de lo femenino, de lo irracional, de esos otros grandes descartes de la metafísica. La neurociencia restaura ahora los afectos. Las emociones coadyuvan con la razón para conseguir las mejores decisiones. Hoy la ciencia no ve las emociones como lo desechable de la razón, sino como su complemento. ¿Cómo deja eso a una metafísica que expulsó a las emociones de su sistema, y con ella a las mujeres? Pues la deja con el culo al aire.

 

Las emociones nacen como la razón del instinto, La emoción, es el disparador de las respuestas instintivas, su condición de posibilidad. Pero esas emociones las heredamos en gran manera: las emociones primarias son innatas, es decir, heredadas. Entender lo que son las emociones es entender como se pasa del instinto a la razón, y ese paso no ha sido simple. El instinto es necesario (el margen de disgresión es pequeño tirando a nulo). Cuando la razón tomó el relevo perdió esa necesariedad y su afán, nunca disimulado, fue reencontrarla. Se llama “la nostalgia del instinto” Todo el sistema de la metafísica es un gigantesco montaje que trata de devolvernos esa necesariedad: la lógica formal (ajena a los contenidos), la cantidad (ajena a las cualidades), el concepto (ajeno a la continuidad), la igualdad (ajena a la realidad). Tal como demostró Gödel en el SXX ningún sistema puede demostrar su necesariedad desde el interior de su propio sistema (teorema de incompletitud). De alguna manera, Dios existe (entendido como la instancia exterior necesaria para demostrar la necesariedad). Eso destruyó la metafísica (eso, la fenomenología, la hermenéutica, la posmodernidad y la cibernética… y como veremos el pensamiento femenino). Y en eso estamos.

 

Pero 25 siglos de metafísica, cuyo mecanismo es la abstracción-universalización-ley, no son moco de pavo. La metafísica estableció una circularidad en la que los conceptos (cantidad, verdad, concepto e igualdad)  eran a la vez operadores, y además se apoyaban los unos en los otros. Era ingenioso pero contradecía los propios cimientos de la metafísica. Además, con el tiempo, aparecieron nuevas abstracciones que hicieron fortuna: el género único (¡adivinen!) asentado sobre el falo: la premisa universal del pene (todo el mundo tiene uno) o la economía política: la universalidad de la mercancía (su fetichismo) y del valor (el dinero), y probablemente otros en los que no caigo. Ahora hay que reconstruir el tinglado, con dos candidatos: la cibernética que sustituye la abstracción por las bases de datos, la lógica por la computación, y la ley causal lineal se convierte en la retroalimentación causal circular y por supuesto, no lineal (Base de datos-computación-retroalimentación). Deja de ser un sistema aproximado para convertirse en un sistema exacto. Pero existe otro candidato: el pensamiento femenino. Y este no juega en las normas de la metafísica, y no puedo establecer un esquema equivalente a los anteriores. Precisamente ese esquema es el que estamos buscando.

 

Pero podemos intuirlo. En primer lugar el método de autenticación de datos podría ser la ética (tal como propuso Spinoza) lo que no es equivalente a la abstracción (metafísica) y las bases de datos (cibernética). El método de operación (frente a la universalización y la computación) podría ser la emoción, lejos de la razón metafísica y la razón computacional. Y por último las leyes inferidas, lejos del concepto de ley metafísica (dogmática y próxima al derecho) pero cerca de la retroalimentación cibernética aunque excediéndola en la rizomática, las redes, y por supuesto lejos de la causalidad. La razón se convertiría en el cuidado. No hace falta que me digáis que este esquema no es coherente con los anteriores, pero ese es el reto: encontrar un esquema coherente o abandonar ese intento y superarlo. Como sabéis, a ese intento me gustaría llamarle meta-ética por su paralelismo con la meta-física pero basado en la ética. Y Tras este largo prolegómeno, empezamos. Pero será otro día porque cada vez que veis más de dos páginas huís en bandada. Continuará.

 

El desgarrado. Abril 2021.

 




Published comments

    Add your comment


    I accept the terms and conditions of this web site