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» 10-05-2021 |
Como vimos en su día en esta misma sección, Haraway destacó la filosofía de Spinoza (“Ética”) como próxima al feminismo (avant la lettre). Por otra parte su comprensión de los afectos (emociones, sentimientos y deseos y quizás instintos e impulsos) se aproxima a lo que Antonio Damasio ha reflejado en sus trabajos y en sus libros: “Buscando a Spinoza” Planeta-Destino 2011(2003), sobre emociones y sentimientos o “El error de Descartes” Debate 2001, sobre la decisión. Parece obligado que repasemos ese pensamiento para descubrir si nuestra idea de un pensamiento femenino metaético (parangonando al pensamiento masculino: metafísico) tiene sentido. Entresaco del libro citado no solo un esquema del funcionamiento de emociones y sentimientos sino también las diferencias de género que Damasio destaca. La sombra de Damasio ya estaba presente en la anterior entrega. Ahora ahondamos en su pensamiento neurológico.
No es el sentimiento el que nos produce la emoción sino viceversa. De esta forma empieza su libro Damasio. Pero hay una tercera función en juego: el pensamiento o la imagen mental (idea) del sentimiento en el cerebro. “Los organismos vivos están diseñados con la capacidad de reaccionar emocionalmente a distintos objetos y acontecimientos. La reacción es seguida por un patrón de sentimiento, y una variación de placer o pena es un componente necesario del sentimiento” (Damasio, 2011, 23). La idea de Spinoza sobre los afectos es recogida plenamente por Damasio: 1) “El amor no es otra cosa que un estado placentero, alegría, acompañado de la idea de una causa externa”, es decir sentir no es lo mismo que tener una idea (mental) acerca de un objeto que puede causar emoción (corporal). 2) Un afecto perjudicial solo puede ser superado con un afecto positivo más fuerte… racional. La razón tiene un poder modulador definitivo. 3) La mente y el cuerpo son atributos paralelos de la misma sustancia y su relación (fácil por ser de la misma sustancia) es que “la mente humana es la idea del cuerpo” (Ibidem). Damasio añade: esa imagen es una cartografía neural que el cerebro tiene del cuerpo. 4) Los organismos se esfuerzan de modo natural (necesario e inconsciente) en perseverar en su propio ser. En eso consiste su esencia. Es el “conatus” spinoziano. Pero además pretenden alcanzar una mayor perfección (la alegría). 5) La naturaleza no tiene un designio con un fin determinado (necesario). Cuerpos y mentes pueden combinar sus patrones de formas diferentes. La evolución darwinista es compatible con la idea de Spinoza.
Las emociones son procesos públicos (visibles para todos en la conducta de los demás). Los sentimientos están ocultos (como corresponde a una imagen mental). Las emociones se representan en el cuerpo. Los separamos para entenderlos pero son inseparables en la realidad. En la evolución (el equipamiento innato y automatizado de la gestión de la vida: la máquina homeostática) las emociones son primero y los sentimientos después. Establece Damasio cinco estadios evolutivos: 1) regulación metabólica, reflejos básicos y respuesta inmune, 2) comportamientos de dolor y placer, 3) instintos y motivaciones (apetitos y deseos), 4) emociones propiamente dichas, 5) sentimientos. En sentido amplio las emociones son 2+3+4. Para Spinoza el conatus no solo es la supervivencia sino también el bienestar (el sistema de recompensas). Estas etapas están anidadas de modo que cada una contiene parte de la anterior (si no toda). Las emociones están dirigidas a la regulación vital. Pero no tienen hoy el mismo valor que tuvieron antaño ni tienen la misma importancia relativa. La emoción es un mecanismo universal presente en todos los seres vivos (lo que no quiere decir que produzcan sentimientos ni imágenes mentales).
Las emociones se puede clasificar en a) de fondo: estados de ánimo. b) primarias: miedo, ira, felicidad, tristeza, sorpresa y asco y c) sociales: vergüenza, celos, envidia, simpatía, gratitud, etc. Por otra parte pueden ser innatas o aprendidas, animales o humanas. Las emociones interaccionan: el miedo quita el hambre y la felicidad aumenta el apetito sexual. Pueden ser anticipadas: el deseo o la ansiedad. Los humanos podemos convertirlas en sentimientos y podemos modularlas con la razón, lo que supone inhibir el automatismo. Una emoción es un patrón de conducta (respuesta), producida por un estímulo emocionalmente competente (EEC) (real o memorizados), de forma innata o adquirida, que cambia el estado temporal del cuerpo (y la mente), colocándolo en una situación de supervivencia o bienestar. El proceso de la formación de la emoción no es simple. Veámoslo.
1) Percepción del estímulo (EEC) y representación en la zona del cerebro especializada (visual, auditiva, táctil…). 2) Desencadenamiento: activación en otras partes del cerebro de las zonas que desencadenan la ejecución: amígdala, corteza prefrontal y área motriz suplementaria y cingulada. 3) Ejecución: estas zonas de ejecución provocarán las emociones mediante conexiones neurales: hipotálamo, cerebro anterior basal y parte de la médula espinal. Es de destacar que la respuesta emocional puede presentarse antes que la consciencia sea capaz de evaluar el proceso lo que ha llevado a algunos científicos, a señalar que respondemos antes de saber la respuesta. O dicho de otra manera: existe un “pensamiento” emocional. 4) Emoción: finalmente aparece el estado emocional por medios químicos (oxitocina, vasopresina, serotonina, dopamina…) liberados por los ejecutores. El estudio de casos clínicos (patologías) ha conducido a observar que no siempre el orden de la emoción, el sentimiento y el pensamiento se produce en el mismo orden. Pueden operar de forma triangular y en ambas direcciones. Lo que conduce a que la simulación de un pensamiento puede conducir a la emoción o el sentimiento.
Y hasta aquí la emoción. Continuaremos con el sentimiento en la próxima entrega.
El desgarrado. Mayo 2021.