» 24-07-2024

Urbanismo 18-4. Los orígenes de la arquitectura y de las artes. El lenguaje.

La simbolización es el establecimiento de la casa del lenguaje. He dicho que el género homo hablaba, pero hablar y disponer de un lenguaje simbólico son dos cosas distintas. El aprendizaje del lenguaje se prolongaría por millones de años. Los chimpancés y bonobos disponen de un lenguaje sónico importante (de alerta pero también de identificación de ciertos peligros) pero además utilizan el lenguaje corporal. No se puede decir que no tengan lenguaje. Quizás que no es abstracto, pero no que no tengan. A partir de aquí (unos siete millones de años atrás) la cosa no hizo sino progresar, hasta llegar al lenguaje abstracto que nada tiene que ver con los sonidos onomatopéyicos imitativos, los gritos de alarma, de dolor, o de placer, los gestos indicativos de intención o estado, etc. Como en la escritura, el proceso de abstracción y simbolización debieron evolucionar  sin descartar que pudiera haber un lenguaje abstracto pero no simbólico, presencial y no representativo, asociado por imitación y evolucionado hasta perder el referente. Un lenguaje abstracto por mutación/evolución. 

 

El ejemplo de la escritura es ilustrativo. Las primeras escrituras “dibujaban” la realidad (eran onomatopéyicas gráficas), esos signos se irían estilizando y simplificando hasta perder cualquier relación con lo real. En ese punto significante y significado se asocian arbitrariamente (o se desasocian en cuanto que no hay ninguna relación en lo real entre ambos) pero con una historia detrás que lo explica. Las palabras ya no describen la realidad sino que la simbolizan. Es una simbolización simple de un objeto a un sonido (o signo). A partir de aquí empieza el lenguaje simbólico. De los objetos se predica algo, se adjetivan y el estatismo da lugar al movimiento, las acciones (en el espacio y en el tiempo) con el verbo. Estas proposiciones elementales ya son capaces de construir un silogismo, aunque no lo hacen, o mejor dicho no fundan una lógica. El verbo “ser” define las cosas, su sustancia, les da existencia y posteriormente -asociado a sustantivos- construye acciones, expresa movimientos: andar, comer, trabajar. El presente continuo (construido con el verbo ser), da lugar a los tiempos de los verbos: presente, futuro, pretérito. Los adverbios modifican los verbos complementándolos en lugar, tiempo y modo hasta integrarlos y así se van añadiendo complementos que perfeccionan la información: géneros, número, casos, tiempos modos, conjunciones, (pre)posiciones. Poco a poco se construye la gramática: las reglas comunes del lenguaje que lo unifican (en cada lengua)… generativa o no. 

 

¿Como se produjo la simbolización, la representación?: en dos fases. En primer lugar la de cada palabra con el objeto a que representa, por degradación del lazo onomatopéyico: arbitrario sobrevenido. Y la segunda simbolización por el desplazamiento de significantes vía metáfora y metonimia: la causa por el efecto, la parte por el todo, de un elemento a otro con el que tiene alguna relación en lo real: color, forma, situación, esencia, origen, etc. Dichos desplazamientos producen asociaciones entre cosas en principio sin relación alguna en lo real y eso es pensar: asociar cosas que en principio parecen independientes y a las que se les encuentra una relación. Todos estos símbolos y representaciones pueblan nuestra mente en donde se asocian diseñando acciones eficaces. El mundo es atrapado por estas primero imágenes (y luego palabras) que construyen un pensamiento imaginario y otro letrista. ¿Son dos aspectos del mismo? Yo diría que no. Las primeras imágenes -tal como se transmiten al sistema nervioso- pudieron ya utilizarse para asociar. De hecho las operaciones con clases (teoría de conjuntos) son visuales, por lo tanto se pudo pensar con imágenes. La conversión en palabras y la operación con símbolos debió simplificar enormemente el proceso y sobre todo lo economizó. Solo hay que ver la memoria que consume en un ordenador una imagen comparada con un texto. No existe un solo lenguaje. Los grandes monos utilizan un complejo lenguaje corporal (en imágenes). Pero, además determinados campos como las matemáticas (la cantidad), la lógica (la verdad) y el lenguaje gramatical (el concepto) disponen de lenguajes especializados que simplifican su uso. Cualquier disciplina especializada dispone de un lenguaje específico, aunque no siempre icónico. En otra vuelta de tuerca los lenguajes tienen en sí un lenguaje (metalenguaje). La recursividad se expresa en el juego de las matrioskas.

 

Tal como hemos considerado -la casa del fuego, la casa de los muertos y la casa de dios, como equivalente al encapsulamiento mental de sus correlatos reales- podemos considerar el lenguaje gramatical como la casa mental del mundo. El mundo se integra en la mente del hombre a través del lenguaje gramatical. Todo el mundo cabe en nuestra mente convenientemente encapsulado en palabras, en conceptos, ¡como toda España cabía en la mente de Fraga! Evidentemente este encapsulamiento sería el primordial… si no fuera por el encapsulamiento en imágenes (imaginario) que le precede y convive con él… y que, hoy en día, está volviendo -de la mano de las pantallas- a tener una importancia excepcional. Mostrar un estado anímico con un emoticono es algo más que pensamiento imaginario. La disponibilidad de producción y manejo de imágenes suministradas por nuestros dispositivos electrónicos, hace que, los campos tradicionalmente difíciles de expresar con palabras, retomen las imágenes (lenguaje corporal), del que nacieron. Queda por establecer si este renacimiento de las imágenes es un avance o un retroceso. Cada vez se habla peor, se escribe peor, se lee peor (menos) ¿se piensa también peor? Probablemente no. Se piensa distinto… pero que la capacidad de abstracción de los jóvenes ha disminuido es un hecho. Probablemente han mejorado su capacidad de clasificar y almacenar información, quizás sus habilidades multiárea y multipuesto, es decir han evolucionado, no necesariamente a peor. Lo que es evidente es que han hecho una limpieza generacional (cognitiva) con los que aprendimos con el método de la abstracción. El lenguaje digital (lenguaje máquina) es también un lenguaje, pero trae consigo sus lenguajes que lo traducen a lenguaje gramatical. El juego de las matrioskas continúa. 

 

No sabemos en que estado de evolución estaba el lenguaje cuando se construyó la casa del fuego y empezó la arquitectura hace entre 200.000 y 300.000 años. “Los neandertales cantaban rap” de Steven Mithen. Drakontos, Crítica. 2007 (2005), subtítulado “Los orígenes de la música y el lenguaje” (ver “video y antropología 2. Música” 2011)nos da pistas sobre ello. La tesis del autor es que a partir de 1,8 millones de años atrás el Homo ergaster desarrolla un medio de comunicación, no simbólico, al que llama - en un alarde de ingenio - Hmmmm. Las características de este medio de comunicación son: Holístico: es decir no compositivo; manipulador: pretende influir en la conducta de los demás; multimodal: integra voces y gestos; musical: utiliza el ritmo, la melodía, la sincronización y los cambios de turno y por último mimético: imitador. Los cuatro primeros rasgos los habían heredado de los simios (los grandes monos) y el último sería una aportación original del Homo ergaster. Esta imitación incluía la imitación del movimiento, la onomatopeya de las voces y la sinestesia fónica (los sonidos pequeños  - débiles - se asocian con cosas pequeñas). Podemos suponer que en 1,5 millones de años que separa este lenguaje de la aparición de la casa del fuego (la casa de los muertos y la casa de Dios)el lenguaje simbólico ya era un hecho y la propia simbolización de la casa del fuego fue perfectamente posible. Pero también podemos pensar que si se produce la aparicvión de estas casas es precisamente porque el lenguaje simbólico eclosiona en ese momento. En cualquier caso la conceptualización (la casa del lenguaje) era ya un hecho. 

 

De ahí la arquitectura funde las diversas casas: lenguaje, muertos fuego, dios, desarrolla su propio lenguaje gremial, pero también una semiótica propia. Antes que hablarnos del poder el mensaje es el equilibrio y la simetría y -en un mundo en el que el lenguaje es ya abstracto- ese mensaje puede aplicarse metafóricamente a la estructura de la sociedad: justicia e igualdad. La sociedad construye la ciudad y la ciudad construye la sociedad en un proceso de retroalimentación continuo. Peirce pensó que la evolución de las especies podía ser algo más que un modo de pensamiento de prueba y error operado por el transcurso del tiempo (la naturaleza). Pensó que en vez de ser una selección natural negativa (supresora) podría ser una selección positiva (constructora), como pensaba Lamarck y luego enunció la epigenética: el ambiente influía en el organismo individual y este lo hacía sobre el primero. La simetría llevada al extremo máximo. La torre de Babel nos habla del hombre echándole un pulso a Dios (y la curiosa respuesta de este confundiendo las lenguas para entorpecer una empresa que cobraba así visos de verosimilitud). En las pirámides (pero también en los monumentos funerarios) la casa del fuego se funde con la casa de los muertos inaugurando la trascendencia de la obra del ser humano como inmortalidad, mensaje que todavía hoy se sigue enviando desde el poder político a la posteridad en la mejor tradición de los monarcas constructores. Se podría (se debería) reconstruir la historia de la arquitectura desde su lenguaje, y sus fusiones con las otras casas: un juego de arquitectura. 

 

El desgarrado. Julio 2024.




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