Dicen que Barcelona mantiene un idilio con Japón. El amor suele ser recíproco (cuando es gozoso) y así es en este caso. Japón adora Gaudí, els castellers, la sardana y las calçotadas. De hecho Japón (donde las relaciones sociales está intensamente codificadas) envidia el intenso compañerismo, confianza y solidaridad que suponen esas manifestaciones. Por nuestra parte Japón nos fascina. No sólo su gastronomía, tan presente en nuestra ciudad desde hace años y tan apreciada por su delicadeza, sino también su misterio oriental, su respeto y en definitiva, su Zen. El idilio propicia que nuestros video-artistas vuelvan su mirada a ese país. Las manifestaciones que traemos son de distinto jaez. Evaristo Benítez con “Evanescencia” y Carlos Villar con “Haiku_00” nos presentan un Haiku. Raimundo Morte con “Sliding” tiene por musa a una ciudadana japonesa.Tiago Viana con “Beijo” nos remite a la reciente historia nuclear del Japón y por último Moriko Nuko nos trae desde el mismo Japón su particular idea del vídeo-porno.