En febrero de 2011 tuve que hacer una selección de juguetes; había que hacer sitio en la casa de mi madre. Me sorprendí al ver que los muñecos tenían el pelo crespo y blanco. Estaban viejos.
Mientras, una camada de gatitos fue abandonada en el patio. Vacié la caja con las revistas Chiquilladas del Pequeño Archi e improvisé una cuna.
Los juguetes se despidieron saludando. Intenté que los animalitos sobrevivieran.