Ya estamos en plena pre-campaña. Los nervios son de final de campaña. Como en el periodo entre elecciones (antes se llamaba legislatura, pero debido a la duración resulta peyorativo) el desconocimiento de las actitudes es clamoroso. Nadie sabe lo que hacer excepto, por lo visto, Podemos (e IU). Un pacto y una propuesta al PSOE de alianza para el senado. Con dos gestos han desmontado toda la campaña de rompepactos y escasocolaborativos que los demás pretendían esgrimir. Y además le ponen alegría, emoción y ufanidad. ¡Ay, ay, ay!. Rivera dice: ¡que vienen los comunistas! Sánchez dice: no, no, no. Rajoy dice: los radicales y extremistas no le convienen a España (¿Y los corruptos. Le convienen? ¿Y los ineptos, los lacayos de la oligarquía, etc. le convienen?)