La fundació Sorigué de Lleida nos trae una muestra de vídeo y escultura que recala en la Universidad de Barcelona. Paralelamente se realizan unos seminarios sobre las obras expuestas de los que ya se han realizado los de Viola y Brambilla (07 y 13 de Marzo) y queda el de Kentridge para el día 20 a las 7 en el aula Ramón y Cajal. La calidad de las obras expuestas bien merece una visita. Todos los vídeos duran entre 2’40” y 7’15” (¡Bien!)

La museística pasa por modas y por necesidades. Empezando por las segundas ahora nos encontramos en época de vacas flacas (hay que tirar de recursos propios) y hay que exprimirse el seso para encontrar el concepto (el hilo conductor) que justifique una exposición. Aquel hilo salvador de la retrospectiva, cronológica o no, se ha acabado y ahora toca “inventar” exposiciones. Respecto a las modas la más sólida hoy mismo es la confrontación de obras con las de otros artistas (por géneros, por coincidencias o por invitación) y la confrontación con el propio autor. Estas tres vías son las elegidas por los curadores para enseñarnos, una vez más pero de forma original y renovada, la obra de Tàpies. Una oportunidad de ver cuatro vídeos de la antigua escuela (de los de una hora)

Peter Greenaway es un cineasta de culto. “Conspiración de mujeres”, “El cocinero el ladron y su mujer”, “El vientre del arquitecto”. Aprovechando su paso por Barcelona vierte sus comentarios en La Vanguardia a preguntas de Lluis Amiguet. 

Las imágenes visuales son significantes que remiten a miles de significados. Las palabras  (imágenes acústicas) son significantes que remiten (que pueden remitir) a un sólo significado. Las imágenes visuales “pesan” mucho. Almacenarlas y manejarlas requiere una cantidad de recursos mentales (o de otro tipo) considerable. Las palabras provienen de un código sencillísimo que por simple combinación despliega un universo de significados. Por eso vivimos en la Galaxia Gutemberg. Por eso el primer sistema estructural fue el del lenguaje y por eso Barthes, cuando quiso estudiar el sistema de la moda, recurrió a la moda escrita y no a la moda visual. Y por eso, finalmente, el proyecto de análisis de todos los sistemas culturales (alimentación, moda, objetos, cine, etnología, marxismo, etc.) según el modelo lingüístico (estructuralismo) nunca fue más que una aproximación.

Katarina Zdjelar nació yugoeslava en Belgrado y actualmente es servia en Rotterdam. Ha vivido la explosión de un país en una multitud de culturas, idiomas, religiones y odios. Esa experiencia le ha marcado hasta convertirla en una artista que centra en el lenguaje, la música y la identidad cultural su obra filmada. Porque lo suyo es obra filmada: imagen y sonido. Tal como ella misma declara: “No es vídeo, ni cine”. Filma en formato vídeo siguiendo la escuela cine. Evidentemente lo que hace no es videoarte, siendo más discutible que no sea cine... pero que es ciertamente documental.

Siempre he caracterizado a los políticos como cazavotos por cuanto el electoralismo los define a la perfección. Las medidas políticas económicas y sociales se toman con un ojo puesto en las repercusiones en el electorado (cuantos votos me va a costar o cuantos votos voy a ganar) y el otro en el calendario (ningún proyecto puede ser superior a cuatro años, las inauguraciones: al final del periodo). La propaganda institucional de los logros alcanzados durante el periodo (propaganda que no es del estado sino del gobierno), las medidas populistas como los subsidios (PER, no contributivas, premios a la natalidad, parados de larga duración, etc), las promesas (falsas promesas) electorales y la presunción de verdad (¡lean mis labios: no subiré los impuestos!), son algunas de las medidas que coadyuvan a ese fin.

Tradicionalmente se entiende por político populista a aquel que emprende medidas que favorecen extraordinariamente al pueblo llano. El pueblo le corresponde colmándolo de votos lo que, para unos políticos que son fundamentalmente cazadores de votos, significa que, de una u otra manera todos los políticos son populistas. La versión light del populismo es el polpulismo demagógico, consistente en decir que todo se hace para el pueblo, por el pueblo y con el pueblo cuando en realidad la política se dirige a favorecer a otros colectivos como los poderes fácticos o los propios políticos. La herramienta fundamental de la demagogia es la opacidad. Si se afirma que todo es para el pueblo, posteriormente hay que tender una cortina de humo que evite que se sepa que todo era mentira. España y Argentina se encuentran en este segundo grupo mientras que Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba... se encuentran en el primero. 

Los acontecimientos se precipitan. El portavoz del PP, Carlos Floriano, que afirmó tajantemente que no se podía despedir al marido de Ana Mato (Sepúlveda), es desmentido por su partido que, pocos días después, lo despide afirmando: “De sabios es rectificar” La rectificación de los sabios consiste en aceptar las evidencias o los argumentos de los antagonistas. No es lo que ha hecho el PP. Lo que ha hecho, es cambiar de rumbo abruptamente porque le conviene electoralmente. Por otra parte el portavoz ha mentido (adujo imposibilidad laboral para efectuar el despido) y un político que miente debe dimitir. ¿Que patrimonio le queda a un político si pierde su credibilidad? Lo han adivinado: su poltrona. 

El tema de que los hombres somos unos maltratadores visuales (mirones. voyeurs)empieza a llegar demasiado lejos. Que uno se caiga (diría que involuntariamente o por lo menos instintivamente) en el escote de una hembra no es motivo de alarma. Si existe un derecho a mostrarse debería corresponderse con un derecho a mirar. Sin embargo, la mujer no lo ve así y ciertas miradas está francamente condenadas. Se aceptan las miradas de admiración (sin contenido sexual, si ello es posible) y se condenan las lascivas. Es evidente que nunca nos comprenderemos (mujeres y hombres) pero sólo porque no lo intentamos. Es más cómodo que cada uno de los géneros mantenga los estereotipos que se han impuesto en vez de tratar de profundizar sobre la realidad. El atractivo sexual de hombres y mujeres (es decir: lo que lleva a cada uno de los dos géneros al encuentro sexual) es completamente diferente. Por otra parte la cuestión permite variadísima∫s aproximaciones

Las noticias van por rachas y ahora parece que le toca el turno a la soberanía. Catalunya quiere la soberanía. El resto piensa que esa pretensión es un rapto injustificado de la soberanía española. Pero ¿es tan intocable la soberanía española como para que los catalanes la hagan tambalear? La primera reforma de la constitución se hizo para ceder soberanía a Europa. En un mundo fuertemente interconectado la soberanía suena a historia rancia.