» 2019-04-23 |
La 13-126 legislatura. Debate a cuatro primera entrega.
Es asombrosa la arrogancia de los periodistas que no dudan en envolverse en la bandera de la democracia en cuanto cualquiera les contesta, como lo ha hecho Podemos y lo ha hecho VOX, por distintas razonas. Podemos se sabe (hay pruebas) de que ciertas facciones del periodismo les han puesto la proa, incluso con la ayuda de las cloacas del poder. ¡Cómo no recordar a Inda esgrimiendo un documento falsificado para acabar con ellos! En el caso de VOX es la estrategia calcada de la de Trump (tienen el mismo asesor) de desautorizar a la prensa para evitar la cruda realidad. No son las mismas razones pero para los periodistas son asimilables con tal de defender su culo. Nadie está libre de la corrupción, del tráfico de influencias, de las presiones de los poderosos, de los poderes fácticos. ¿Por qué entonces los periodistas nos quieren convencer que todo es idílico en su profesión? ¿Por qué mantenella y no enmendalla? Recuerdo episodios protagonizados por la prensa absolutamente bochornosos como la defensa a ultranza de Urdazi, por parte del gremio, cuando fue condenado a rectificar y no lo hizo sino paródicamente. O el panegírico cuando un periodista muere, que parece un funeral de estado. O las múltiples artimañas que se cuelan en los noticieros y que tratan -sin duda- de contradecir lo que se dice, como las imágenes sin fecha (y muchas veces sin sentido), las contraposiciones, las citas extemporáneas, etc. Y no estoy hablando de delitos, que también los hay.
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