Nunca las mujeres fueron tan seductoras. La antigua norma que decía que no se pueden enseñar piernas y tetas a la vez ha desaparecido. las mujeres enseñan las piernas hasta más allá del culo y lucen generosos escotes que muestran parte de sus senos. Los escotes (la estrategia fundamental de la seducción) se multiplican. Amplias sisas axilares muestran la ropa interior o una visión inédita de los senos. Los pequeños pantalones se adentran en los glúteos con naturalidad y si son desbocados anuncian las ingles brasileñas. La mujer se ha convertido en un catálogo de seducción. Y no solo ella. Ellos también se apuntan a la seducción. Los cuidados del cuerpo masculino se multiplican. La depilación es normal, la “tableta” deseable, la peluquería es ya estilística e incluso la barba (reducto estético de la masculinidad) ha sucumbido a las pociones de belleza.

Lo que se dirime en Grecia no es si han hecho los deberes, si han mentido o sin son malos alumnos de la madre Alemania. Lo que se dirime es el sufrimiento de los ciudadanos. ¿Es una unidad (UE) la que exige que se les exprima? No. En una unidad no se debe pedir que algunos sufran más que el resto. Por lo tanto no es una unidad. Es un contubernio que simplemente abusa de los más débiles. Grecia ha roto las negociaciones con Rotermeyer. El pavor invade el país. Los bancos cierran para evitar la fuga de capitales. ¿Podrá la UE afrontar semejante descrédito?

La crisis se acaba (eso nos dicen) y las ventas inmobiliarias crecen. Es un buen momento para comprar. La cuenta es sencilla: si pago por un alquiler lo mismo que la cuota de una hipoteca ¿por que no comprar? Claro, que lo que pasa hoy no tiene por que pasar mañana. Los precios ha caído un 35%. Los bancos recomienzan a dar créditos. ¿Estamos ante el reinicio de la burbuja? ¿Cuales son las razones para que la burbuja inmobiliaria sea tan persistente?

Otras veces he comentado la increíble capacidad maquiavélica (y por tanto política) del president Mas. Sus maquinaciones en la oscuridad, su inflexibilidad en cejar en sus intenciones unida a su opacidad en expresar sus motivaciones, así como su capacidad para permutar medios y fines o construir alternativas imaginativas, que lo convierten en el político más complejo del panorama español (con perdón por lo de español). Sin embargo para Rancière la política no es eso. No se trata de maquinación, ni de maquiavelismos. Para Rancière la política es la reconfiguración de la división de lo sensible, entendiendo como división de los sensible las múltiples formas en que el espacio real se configura de acuerdo con la situación social, intelectual, etc. del momento.

La semana viene llena de noticias sobre energía. “Podemos” presenta su programa energético, Soria anuncia su regulación del autoconsumo, el nuevo contador “inteligente” lo estamos pagando antes de que se conecte para cumplir con sus objetivos, “Energías renovables” publica que gastamos 120 millones de euros al día en combustibles fósiles del exterior (Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España 2013), La UE estima en 60.000 millones de euros/año el gasto en combustibles fósiles de España, los inversores en renovables recurren judicialmente contra los recortes de Rajoy.

En diversas localizaciones de Valencia se celebra el festival Incubarte que tiene distintas secciones: Vídeo, new media, pintura, escultura, perfomance, danza, instalación, performance, mapping, fotografía, live art y street art. 2.700 propuestas de 50 países.En diversas galerías y espacios de Valencia se realizan las exposiciones: “Veu Days, Especial new media, Especial vídeo, Sección bienal de Casablanca, Sit down, Found in traslation, Present, Everiday sit down, Organiizing chaos, Live art, How we quite de forest y Abstract views”.

La resaca de los resultados va dando paso a las primeras acciones y reacciones de los ganadores y de la oposición. Hay cuatro cuestiones que se perfilan claramente en el futuro inmediato y que van a marcar los primeros días de las agendas de estos neo-alcaldes y estas neo-oposiciones: gobernar en minoría, la reacción desmesurada, las primeras decisiones, el castigo al rodillo del PP.

En otras ocasiones he comentado como los medio informativos del capital dan un giro espectacular a principios de siglo y se orientan a una función económica abandonando su función ideológica. La función ideológica era importante por cuanto cimentaba el mantenimiento de un estatus que favorecía su función económica. Sea por la competencia o por otras causas que desconozco eso se acaba en la primera década del siglo XXI. Las consecuencias son enormes. 

Leo "la inteligencia de una máquina.Una filosofía del cine" de Jean Epstein, Cactus 2015 (1946). A esta reseña seguirán unas reflexiones sobre esta filosofía y el vídeoarte en las que aplicaremos las ideas de Epstein a nuestro quehacer. La reseña puede resultar farragosa y demasiado extensa por lo que la entiendo como una guía referencial de la lectura de las que le seguirán. Para ello la he dividido en capítulos (aproximadamente iguales a los del libro) e introduzco subrayados que resalten las ideas más importantes y que reaparecerán en futuras entregas. No os importe si no entendéis cabalmente lo que contiene. Con la aplicación al vídeoarte esa comprensión irá apareciendo. Lo importante es que entendáis que el continuo sensible (el mundo) no es ni continuo, ni determinado, ni materia, ni causalidad, ni el espacio-tiempo es real. Todo es una irrealidad y por tanto equiparable a la irrealidad cinematográfica, que añade la ventaja del primer plano, el ralentí y la reversión para ampliar ese mundo que trata de definir. El cine es una filosofía mecánica de la localización insustancial en el espacio-tiempo, que si bien no aspira a sustituir a otras filosofías clásicas si aspira a convivir con ellas. Al final todo es idea y número como afirmó Pitágoras.

Continuamos con la revisión de “La inteligencia de una máquina” de Jean Epstein. Se trata ahora de considerar hasta que punto E contempló el cine como una alternativa a la causalidad y a la lógica, incluso, más allá, como una superación de esa lógica, esa causalidad y la separación del espacio y del tiempo. Epstein dota a la máquina de inteligencia, aunque le pone dos límites: el dolor y el hombre como medida. Reconoce que “quizás” la filosofía del cinematógrafo no es superior a otras filosofías pero le concede el privilegio de coexistir en paz.