» 2016-03-01 |
Lecciones de política alternativa 19. Juego de tronos y de egos.
Todo el sistema se basa en una paradoja: la actuación de los políticos se rige por unas leyes que ellos mismos redactan; por unos sistemas de control (policía, tribunales de cuentas, de la competencia, medios de comunicación, etc.) que ellos o las oligarquías nombran y por una separación de poderes nominal que no existe en absoluto. Los órganos que rigen a los jueces y fiscales son nombrados por el ejecutivo o el legislativo, el ejecutivo puede legislar mediante el decreto ley, el legislativo no es incompatible con sus trapicheos particulares incluso cuando esos intereses solapan con los institucionales. Evidentemente la soberanía popular se ha reducido a la rendija electoral, funcional una vez cada cuatro años. ¡Hasta los carnavales son más a menudo! Las leyes electorales pretenden y consiguen desvirtuar la voluntad popular mediante listas cerradas y bloqueadas, circunscripciones desiguales, desvíos (hay representantes escogidos por los propios políticos como los senadores autonómicos, los cargos de la Diputación, cada vez hay más altos cargos y asesores, etc.). Ni que decir tiene que las leyes contra la corrupción son pura fachada, complacientes y benévolas. En una palabra: ¡hemos puesto a los zorros a cuidar de las gallinas!. Pero todo esto ya ha sido suficientemente comentado en “Juego de poltronas”, “El estado imaginario” y en estas “Lecciones de política alternativa”.
CONTINUAR LEYENDO »